ESTADOS UNIDOS.- La Corte Suprema de Texas permite a jueces negarse a casar parejas del mismo sexo por motivos religiosos, sin riesgo de sanciones, tras una enmienda al código de ética judicial vigente desde octubre de 2025.
La Corte Suprema de Texas aprobó un cambio en el Código de Conducta Judicial que permite a los jueces negarse a celebrar matrimonios entre personas del mismo sexo si lo hacen por una “creencia religiosa sincera”.
La modificación entró en vigor el viernes 24 de octubre de 2025 y tiene efecto inmediato en todo el estado.
El cambio no fue una ley nueva, sino una enmienda, que prohíbe a los jueces participar en actividades que puedan poner en duda su imparcialidad.
A ese apartado se añadió un comentario que aclara que “no es una violación de estos cánones que un juez se abstenga públicamente de celebrar una ceremonia de matrimonio basándose en una creencia religiosa sincera”.
Con este ajuste, los jueces que decidan no oficiar bodas entre parejas del mismo sexo no podrán ser sancionados por la Comisión Estatal de Conducta Judicial (CJC).
En Texas, los jueces no están obligados a oficiar matrimonios, solo tienen permiso para hacerlo.
La nueva regla les da margen para ofrecer ese servicio únicamente a parejas heterosexuales si sus convicciones religiosas así lo dictan.
La medida está directamente relacionada con la batalla legal de la jueza Dianne Hensley, del condado de McLennan.
Tras un fallo que legalizó el matrimonio igualitario en todo Estados Unidos, Hensley decidió no casar a parejas del mismo sexo, alegando motivos de fe, aunque siguió celebrando bodas heterosexuales.
Para evitar perjudicar a las parejas LGBTQ+, la jueza implementó un sistema de referencia: ofrecía una lista de otros oficiantes disponibles al mismo costo.
Aun así, en 2019 la CJC la sancionó con una advertencia pública, al considerar que su conducta ponía en duda su imparcialidad.
Hensley respondió con una demanda, argumentando que la sanción violaba sus derechos bajo la Ley de Restauración de la Libertad Religiosa de Texas (TRFRA).
Aunque el matrimonio entre personas del mismo sexo sigue siendo legal, la decisión deja claro que los jueces del estado ahora tienen respaldo legal para rechazar oficiar bodas del mismo sexo por convicciones personales.
Esto podría generar que, en ciertas áreas , las parejas enfrenten barreras adicionales para casarse, aunque el derecho legal se mantenga.





