Por:Rvdo Carlos Linares
Director Internacional
Asunto Civil y Religioso
Coalición Presencia Internacional
Hoy recordaba casos de los "pastores orquesta" que asumen diversos cargos de liderazgo, como maestros de escuela dominical, diáconos, encargados de servicios, etc., etc.Me imagino que sonrie al leer esta nota pues seguro le viene a la memoria casos parecidos,lo lamentable de ello es que llegan al grado que llegan a descuidar a su propia familia, pasando por alto el orden establecido por Dios, quien primero creó al hombre estableciendo así una relación con él, posteriormente creó a la mujer formando así a la familia y por último les enseñó como debía ser la adoración a Dios para formar así a la Iglesia. Así que el orden divino es: DIOS - FAMILIA - IGLESIA.
Todo aquel que tergiversa este orden establecido por Dios, sufre las consecuencias tarde o temprano. Hay hombres y mujeres hijos de Dios que están cometiendo el error de Abiú y Nadab (Lev 10.1), pues dedican mucho tiempo a “ministrar la Palabra”, a preparar sus clases dominicales, a visitar y alentar a otros hermanos, al cuidado del templo, etc., y no es que estas actividades sean malas, ¡No!, El problema es que ocupan casi todo el tiempo y descuidan sus relaciones familiares.
Hoy día hay incluso el caso de Pastores que están a punto del divorcio pues tienen tiempo para todos los hermanos y hermanas que lo solicitan y para cuanta actividad de evangelismo y predicación “requiere” la Grey pero no hay tiempo para su esposa, y muchos más, están perdiendo a sus hijos, pues tanto ella como él están tan entregados a la obra que se han olvidado de guiar y de educar a sus hijos.
Desconozco el corazón de Nadab y Abiú cuando ofrecieron fuego extraño, pero quizá lo hicieron sinceramente tratando de agradar a Dios, así como hoy quienes se dedican casi al 100% a la “obra de Dios” lo hacen pasando por alto las instrucciones de Dios. Nadab y Abiú pagaron con su muerte.
La Biblia dice: en 1 Timoteo 3.1-7 ”Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo.”
Dentro de todas las cualidades enunciadas quiero que medites en esto: “Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?)”
Si tú eres de los que piensan que gobernar bien su casa es hacer que todos en casa te tengan miedo y te respeten por temor al castigo, ¡ESTAS MAL!. Dios al igual que a Nadab y Abiú les enseñó como debían adorar, nos ha enseñado a que se cómo gobernar la casa: Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella (Efesios 5.25) Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.(Col. 1.19) cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido (Ef. 5.33), Vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.(Ef.6.4), Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten (Col. 3.21), Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor.(Col. 3.20) Hermano, hermana, ¿es tan difícil de entender que antes de tener un compromiso delante de Dios con tu iglesia y con la congregación lo tienes con tu propia familia?.
Cuando decimos, “Primero es Dios”, significa entonces que debemos obedecer a Dios. Dios no quiere que sacrifiques a tu esposa o a tu esposo a tus hijos. Si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes (Mat. 12.16) El Señor no quiere más sacrificios, quiere amor, debemos entender que al gobernar nuestra casa y sujetar a nuestros hijos debe ser por AMOR.
¿Ahora entiendes porque dijo Jesús “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad” (Mat. 7.22-23)
No procedas como un neófito ignorando la voluntad de Dios, eso te puede llevar al envanecimiento y a caer en las redes de Satanás “no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.”
Siervo, Sierva, ¿cuándo fue la ultima vez que le dijiste a tu cónyuge “TE AMO”?, Y tu amado, ¿Cuándo fue la ultima vez que le regalaste flores a tu mujer?, Y diste gracias a Dios en frente de ella por el amor y apoyo que hasta hoy tu mujer te ha dado.
Es tiempo de hacer un alto en el camino y reflexionar como estas distribuyendo tu tiempo, hacer un balance justo y colocar a tu familia en su ubicación correcta. No necesitas abandonar todas tus actividades en la Iglesia, quizá solo algunas y ajustar otras. Antes que la Iglesia, esta tu familia, tu mujer y tus hijos.
Director Internacional
Asunto Civil y Religioso
Coalición Presencia Internacional
Hoy recordaba casos de los "pastores orquesta" que asumen diversos cargos de liderazgo, como maestros de escuela dominical, diáconos, encargados de servicios, etc., etc.Me imagino que sonrie al leer esta nota pues seguro le viene a la memoria casos parecidos,lo lamentable de ello es que llegan al grado que llegan a descuidar a su propia familia, pasando por alto el orden establecido por Dios, quien primero creó al hombre estableciendo así una relación con él, posteriormente creó a la mujer formando así a la familia y por último les enseñó como debía ser la adoración a Dios para formar así a la Iglesia. Así que el orden divino es: DIOS - FAMILIA - IGLESIA.
Todo aquel que tergiversa este orden establecido por Dios, sufre las consecuencias tarde o temprano. Hay hombres y mujeres hijos de Dios que están cometiendo el error de Abiú y Nadab (Lev 10.1), pues dedican mucho tiempo a “ministrar la Palabra”, a preparar sus clases dominicales, a visitar y alentar a otros hermanos, al cuidado del templo, etc., y no es que estas actividades sean malas, ¡No!, El problema es que ocupan casi todo el tiempo y descuidan sus relaciones familiares.
Hoy día hay incluso el caso de Pastores que están a punto del divorcio pues tienen tiempo para todos los hermanos y hermanas que lo solicitan y para cuanta actividad de evangelismo y predicación “requiere” la Grey pero no hay tiempo para su esposa, y muchos más, están perdiendo a sus hijos, pues tanto ella como él están tan entregados a la obra que se han olvidado de guiar y de educar a sus hijos.
Desconozco el corazón de Nadab y Abiú cuando ofrecieron fuego extraño, pero quizá lo hicieron sinceramente tratando de agradar a Dios, así como hoy quienes se dedican casi al 100% a la “obra de Dios” lo hacen pasando por alto las instrucciones de Dios. Nadab y Abiú pagaron con su muerte.
La Biblia dice: en 1 Timoteo 3.1-7 ”Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo.”
Dentro de todas las cualidades enunciadas quiero que medites en esto: “Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?)”
Si tú eres de los que piensan que gobernar bien su casa es hacer que todos en casa te tengan miedo y te respeten por temor al castigo, ¡ESTAS MAL!. Dios al igual que a Nadab y Abiú les enseñó como debían adorar, nos ha enseñado a que se cómo gobernar la casa: Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella (Efesios 5.25) Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.(Col. 1.19) cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido (Ef. 5.33), Vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.(Ef.6.4), Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten (Col. 3.21), Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor.(Col. 3.20) Hermano, hermana, ¿es tan difícil de entender que antes de tener un compromiso delante de Dios con tu iglesia y con la congregación lo tienes con tu propia familia?.
Cuando decimos, “Primero es Dios”, significa entonces que debemos obedecer a Dios. Dios no quiere que sacrifiques a tu esposa o a tu esposo a tus hijos. Si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes (Mat. 12.16) El Señor no quiere más sacrificios, quiere amor, debemos entender que al gobernar nuestra casa y sujetar a nuestros hijos debe ser por AMOR.
¿Ahora entiendes porque dijo Jesús “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad” (Mat. 7.22-23)
No procedas como un neófito ignorando la voluntad de Dios, eso te puede llevar al envanecimiento y a caer en las redes de Satanás “no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.”
Siervo, Sierva, ¿cuándo fue la ultima vez que le dijiste a tu cónyuge “TE AMO”?, Y tu amado, ¿Cuándo fue la ultima vez que le regalaste flores a tu mujer?, Y diste gracias a Dios en frente de ella por el amor y apoyo que hasta hoy tu mujer te ha dado.
Es tiempo de hacer un alto en el camino y reflexionar como estas distribuyendo tu tiempo, hacer un balance justo y colocar a tu familia en su ubicación correcta. No necesitas abandonar todas tus actividades en la Iglesia, quizá solo algunas y ajustar otras. Antes que la Iglesia, esta tu familia, tu mujer y tus hijos.
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