Por:Rvdo Carlos Linares
Jesús les dijo a sus discípulos que se amaran los unos a los otros.El clamor de Cristo, tanto por sus discípulos como por la misión que desarrollarían, se encuentra bellamente expresado en su oración registrada en Juan 17. Su afirmación culminante acerca del testimonio de ellos en el mundo, la hizo en su oración al Padre:
“Yo en ellos, y tú en mí, para que sean PERFECTOS EN UNIDAD, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como a mí me has amado”. (Jn 17:23).
Cristo oró por la unidad entre sus discipulos, pero la unidad no es automática. El primer ataque de Satanás sobre los creyentes consiste en tratar de destruir esa unidad. Esto se ve claramente en la historia de la Iglesia.Satanás quiere destruir la unidad entre los verdaderos cristianos. De esta manera, los incrédulos no estaràn atraídos a la fe.
Esta era la razón por la cual Pablo exhortaba a los efesios a ser “solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.” (Ef. 4:3) El testimonio de unidad en la Iglesia en los tiempos actuales se convierte en piedra angular para dar un testimonio creíble a la sociedad.En un mundo donde el individualismo parece algo normal, la Iglesia necesita brillar como un ejemplo de que las personas sí pueden vivir juntas y en armonía, a pesar de sus diferencias.
En todo el Nuevo Testamento la unidad es tema de exhortación para todas las Iglesias.La noche que fue entregado, fue cuando oró por la Iglesia,y fue la unidad de los discípulos fue uno de sus motivos más prominente.“…guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros” (Juan 17:11-B)
“Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros” (Juan 17:20,21)
“La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno” (Juan 17:22)El apóstol Pablo exhortó a los Efesios a reconocer todos sus puntos de coincidencia:
“…un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; 5un Señor, una fe, un bautismo, 6un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos” (Efesios 4:4-6)
Nosotros también tenemos esos mismos puntos de coincidencia y en ellos debemos enfocarnos si queremos lograr y mantener una Iglesia unida:
Somos miembros de un mismo “cuerpo”: la Iglesia, el cuerpo de Cristo.
Compartimos un mismo “Espíritu”, el Espíritu Santo. También dice en 1 Corintios 12:13“Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu”
Tenemos “una misma esperanza”
Nos gobierna un mismo “Señor”, el Señor Jesucristo.
Profesamos una misma “fe”
Nos hemos sometido a un mismo “bautismo”
Disfrutamos de las misericordias del mismo “Dios y Padre de todos”
Es imposible negar que tengamos puntos de diferencia, pero nuestro enfoque no debe estar puesto en las diferencias sino en las coincidencias,la unidad de la Iglesia es un anhelo y una demanda de Jesús para la Iglesia.Iglesias en conflicto no son útiles para ayudar alcanzar al mundo para Cristo.La unidad de la Iglesia glorifica a Dios.
Jesús les dijo a sus discípulos que se amaran los unos a los otros.El clamor de Cristo, tanto por sus discípulos como por la misión que desarrollarían, se encuentra bellamente expresado en su oración registrada en Juan 17. Su afirmación culminante acerca del testimonio de ellos en el mundo, la hizo en su oración al Padre:
“Yo en ellos, y tú en mí, para que sean PERFECTOS EN UNIDAD, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como a mí me has amado”. (Jn 17:23).
Cristo oró por la unidad entre sus discipulos, pero la unidad no es automática. El primer ataque de Satanás sobre los creyentes consiste en tratar de destruir esa unidad. Esto se ve claramente en la historia de la Iglesia.Satanás quiere destruir la unidad entre los verdaderos cristianos. De esta manera, los incrédulos no estaràn atraídos a la fe.
Esta era la razón por la cual Pablo exhortaba a los efesios a ser “solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.” (Ef. 4:3) El testimonio de unidad en la Iglesia en los tiempos actuales se convierte en piedra angular para dar un testimonio creíble a la sociedad.En un mundo donde el individualismo parece algo normal, la Iglesia necesita brillar como un ejemplo de que las personas sí pueden vivir juntas y en armonía, a pesar de sus diferencias.
En todo el Nuevo Testamento la unidad es tema de exhortación para todas las Iglesias.La noche que fue entregado, fue cuando oró por la Iglesia,y fue la unidad de los discípulos fue uno de sus motivos más prominente.“…guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros” (Juan 17:11-B)
“Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros” (Juan 17:20,21)
“La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno” (Juan 17:22)El apóstol Pablo exhortó a los Efesios a reconocer todos sus puntos de coincidencia:
“…un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; 5un Señor, una fe, un bautismo, 6un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos” (Efesios 4:4-6)
Nosotros también tenemos esos mismos puntos de coincidencia y en ellos debemos enfocarnos si queremos lograr y mantener una Iglesia unida:
Somos miembros de un mismo “cuerpo”: la Iglesia, el cuerpo de Cristo.
Compartimos un mismo “Espíritu”, el Espíritu Santo. También dice en 1 Corintios 12:13“Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu”
Tenemos “una misma esperanza”
Nos gobierna un mismo “Señor”, el Señor Jesucristo.
Profesamos una misma “fe”
Nos hemos sometido a un mismo “bautismo”
Disfrutamos de las misericordias del mismo “Dios y Padre de todos”
Es imposible negar que tengamos puntos de diferencia, pero nuestro enfoque no debe estar puesto en las diferencias sino en las coincidencias,la unidad de la Iglesia es un anhelo y una demanda de Jesús para la Iglesia.Iglesias en conflicto no son útiles para ayudar alcanzar al mundo para Cristo.La unidad de la Iglesia glorifica a Dios.
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