Por: Rvdo Carlos Linares
Como es conocimiento general en Argentina la presidenta Cristina Kirchner, promulgó la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, aprobada por el Congreso.
Al mismo tiempo varios funcionarios públicos argentinos han expresado que no van a casar a parejas de homosexuales, pues esto va en contra de sus valores cristianos.
Lei un articulo donde entrevistan a Jesús Rosales, Director del Centro de Investigaciones de la organizacion Enfoque a la Familia, a continuación los comparto la nota que me parece muy orientadora sobre nuestra actitud como padres, cristianos, sociedad, e iglesia.
Mundo Cristiano: ¿Cuál debería ser nuestra actitud como cristianos de manera individual y como iglesia ante la llegada del matrimonio gay a Latinoamérica?
Rosales: “Esta es una oportunidad, yo no la veo com algo con lo cual tengamos que desesperarnos o tengamos nosotros que asumir un aposición de rechazo hacia las personas homosexuales. Todo lo contrario, yo creo que como personas, como cristianos y como iglesia también que aprovechar la oportunidad.
Para poder hacer una distinción. Esta distinción tiene que ser entre lo que es la persona homosexual, que, como todos sabemos, son seres humanos, tienen dignidad, son personas con un valor, que lo da no su preferencia sexual, sino su condición de ser humano y el comportamiento que ellos tienen.
Y ese comportamiento si, por supuesto, que tenemos que rechazarlo, es un comportamiento con el cual, nosotros como cristianos no estamos de acuerdo y por supuesto no estamos de acuerdo con el matrimonio entre personas del mismo sexo.
El matrimonio es una institución creada no solamente desde el ámbito no solamente sociológico o antropológico o incluso jurídico, sino que es un diseño de Dios, y como tal es la unión entre un hombre y una mujer.
Entonces en este sentido, nosotros como cristianos tenemos que aprovechar esta oportunidad en toda América Latina para hablar de estos temas y para poder decir: el ser humano, la persona homosexual como ser humano, no la debemos rechazar, sino al contrario ayudarle y la institución del matrimonio también protegerla apartir de lo que es la conformación entre un hombre y una mujer.”
Mundo Cristiano: Como padres que queremos enseñar valores cristianos a nuestros niños, ¿Qué deberíamos decirles si en la escuela llegan a tener un compañero que tiene dos papás o dos mamás?
Rosales: “Bueno, en principio no serían dos mamás ni dos papás, porque el referente para todo niño es justamente tener un padre y una madre, y justamente esa es la razón del matrimonio entre un hombre y una mujer. Situación que no puede darla una unión entre personas del mismo sexo.
Lo que sucede en otros países como España por ejemplo, es que ya no los llaman madre y padre, sino Progenitor A y Progenitor B. No se como va a ser resuelto en otros contextos como México, por ejemplo en el Distrito Federal, donde se ha legalizado el matrimonio homosexual y ahora en Argentina. Pero en todo caso lo importante es que nosotros, y perfectamente nuestros hijos podrían encontrarse con un niño que proviene de una realidad o vivencia de este tipo, porque no podemos llamarlo en el sentido estricto una familia.
La actitud nuestra no debe ser rechazar por ningún sentido a ese niño, ni desplazarlo, ni hacerlo a un lado, ni discriminarlo. Para nada. Sino más bien, separar la situación de ese niño, de lo que vive en su entorno familiar, con lo que es el mundo de la escuela.
Nosotros como cristianos, no debemos rechazar a la persona, pero si debemos decir porque no estamos de acuerdo en la conformación de esas uniones homosexuales, epro para nada rechazar al niño o a la persona.
Mundo Cristiano: ¿Cómo debería actuar un profesional cristiano (abogado, juez, pastor) cuando enfrente la decisión de tener que casar una pareja homosexual bajo riesgo de ser sancionado o mantenerse fiel a sus principios?
Rosales: “Esa es una pregunta muy importante porque ya está sucediendo en otros países donde está legalizado el matrimonio homosexual.
El profesional cristiano muchas veces es acusado de no querer casar a dos personas del mismo sexo y es llevado incluso a los tribunales y acusado de discriminación, de violar los derechos humanos de estas personas, etcétera.
Pero lo que está sucediendo es por ejemplo es lo mismo que el tribunal de Estrasburgo señaló, y es que desde el punto de vista de los Derechos Humanos, ningún país, ninguna persona, está obligada a reconocer el matrimonio homosexual, si dentro de su Principio de Objeción de Conciencia no lo admite.
Entonces un profesional, sea pastor, sea un sacerdote, sea un abogado cristiano, que no quiera casar, puede señalar este Principio de Objeción de Conciencia y acogerse a él, y desde ésta perspectiva entonces no casar.
Una cosa es que legalmente en el país esté admitido esa figura del matrimonio para las personas homosexuales, como en el caso de México o Argentina, y otra cosa es que se le obligue a la persona, al profesional a tener que casar, si sus principios cristianos y sus valores morales y éticos no se lo permiten.
Por eso hay que hacer esa distinción y saber que nosotros como cristianos podemos acudir a este Principio de Objeción de Conciencia.
Aqui tenemos una figura legal para evitar la famosa "ley del odio".Saque Ud sus propias conclusiones.
Como es conocimiento general en Argentina la presidenta Cristina Kirchner, promulgó la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, aprobada por el Congreso.
Al mismo tiempo varios funcionarios públicos argentinos han expresado que no van a casar a parejas de homosexuales, pues esto va en contra de sus valores cristianos.
Lei un articulo donde entrevistan a Jesús Rosales, Director del Centro de Investigaciones de la organizacion Enfoque a la Familia, a continuación los comparto la nota que me parece muy orientadora sobre nuestra actitud como padres, cristianos, sociedad, e iglesia.
Mundo Cristiano: ¿Cuál debería ser nuestra actitud como cristianos de manera individual y como iglesia ante la llegada del matrimonio gay a Latinoamérica?
Rosales: “Esta es una oportunidad, yo no la veo com algo con lo cual tengamos que desesperarnos o tengamos nosotros que asumir un aposición de rechazo hacia las personas homosexuales. Todo lo contrario, yo creo que como personas, como cristianos y como iglesia también que aprovechar la oportunidad.
Para poder hacer una distinción. Esta distinción tiene que ser entre lo que es la persona homosexual, que, como todos sabemos, son seres humanos, tienen dignidad, son personas con un valor, que lo da no su preferencia sexual, sino su condición de ser humano y el comportamiento que ellos tienen.
Y ese comportamiento si, por supuesto, que tenemos que rechazarlo, es un comportamiento con el cual, nosotros como cristianos no estamos de acuerdo y por supuesto no estamos de acuerdo con el matrimonio entre personas del mismo sexo.
El matrimonio es una institución creada no solamente desde el ámbito no solamente sociológico o antropológico o incluso jurídico, sino que es un diseño de Dios, y como tal es la unión entre un hombre y una mujer.
Entonces en este sentido, nosotros como cristianos tenemos que aprovechar esta oportunidad en toda América Latina para hablar de estos temas y para poder decir: el ser humano, la persona homosexual como ser humano, no la debemos rechazar, sino al contrario ayudarle y la institución del matrimonio también protegerla apartir de lo que es la conformación entre un hombre y una mujer.”
Mundo Cristiano: Como padres que queremos enseñar valores cristianos a nuestros niños, ¿Qué deberíamos decirles si en la escuela llegan a tener un compañero que tiene dos papás o dos mamás?
Rosales: “Bueno, en principio no serían dos mamás ni dos papás, porque el referente para todo niño es justamente tener un padre y una madre, y justamente esa es la razón del matrimonio entre un hombre y una mujer. Situación que no puede darla una unión entre personas del mismo sexo.
Lo que sucede en otros países como España por ejemplo, es que ya no los llaman madre y padre, sino Progenitor A y Progenitor B. No se como va a ser resuelto en otros contextos como México, por ejemplo en el Distrito Federal, donde se ha legalizado el matrimonio homosexual y ahora en Argentina. Pero en todo caso lo importante es que nosotros, y perfectamente nuestros hijos podrían encontrarse con un niño que proviene de una realidad o vivencia de este tipo, porque no podemos llamarlo en el sentido estricto una familia.
La actitud nuestra no debe ser rechazar por ningún sentido a ese niño, ni desplazarlo, ni hacerlo a un lado, ni discriminarlo. Para nada. Sino más bien, separar la situación de ese niño, de lo que vive en su entorno familiar, con lo que es el mundo de la escuela.
Nosotros como cristianos, no debemos rechazar a la persona, pero si debemos decir porque no estamos de acuerdo en la conformación de esas uniones homosexuales, epro para nada rechazar al niño o a la persona.
Mundo Cristiano: ¿Cómo debería actuar un profesional cristiano (abogado, juez, pastor) cuando enfrente la decisión de tener que casar una pareja homosexual bajo riesgo de ser sancionado o mantenerse fiel a sus principios?
Rosales: “Esa es una pregunta muy importante porque ya está sucediendo en otros países donde está legalizado el matrimonio homosexual.
El profesional cristiano muchas veces es acusado de no querer casar a dos personas del mismo sexo y es llevado incluso a los tribunales y acusado de discriminación, de violar los derechos humanos de estas personas, etcétera.
Pero lo que está sucediendo es por ejemplo es lo mismo que el tribunal de Estrasburgo señaló, y es que desde el punto de vista de los Derechos Humanos, ningún país, ninguna persona, está obligada a reconocer el matrimonio homosexual, si dentro de su Principio de Objeción de Conciencia no lo admite.
Entonces un profesional, sea pastor, sea un sacerdote, sea un abogado cristiano, que no quiera casar, puede señalar este Principio de Objeción de Conciencia y acogerse a él, y desde ésta perspectiva entonces no casar.
Una cosa es que legalmente en el país esté admitido esa figura del matrimonio para las personas homosexuales, como en el caso de México o Argentina, y otra cosa es que se le obligue a la persona, al profesional a tener que casar, si sus principios cristianos y sus valores morales y éticos no se lo permiten.
Por eso hay que hacer esa distinción y saber que nosotros como cristianos podemos acudir a este Principio de Objeción de Conciencia.
Aqui tenemos una figura legal para evitar la famosa "ley del odio".Saque Ud sus propias conclusiones.
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