RUSIA.- Es habitual que un concierto de Madonna genere polémica aunque no tanto que la cantante reciba fuego cruzado de todos los bandos. En el caso de San Petersburgo, una ciudad que acaba de aprobar una normativa que prohíbe todo tipo de propaganda homosexual y donde tiene un concierto previsto en agosto, tanto sectores gays como los estamentos más conservadores han empezado a calentar la visita: unos porque quieren que la cantante cancele su concierto a modo de protesta y otros porque no están dispuestos a admitir que la artista se meta en los asuntos públicos rusos.

La cantante ha calificado de "atrocidad" esta normativa, que pretende acallar a una comunidad homosexual que poco a poco empieza a salir a la luz en las grandes ciudades rusas. Y las autoridades municipales han amenazado a la cantante estadounidense con una multa si defiende a los homosexuales durante el concierto.

Así lo avisó afirmó Vitali Milónov, diputado del partido en el gobierno en la Asamblea local: "Si Madonna o alguno de los organizadores infringe la ley será castigado". Según fuentes municipales, puede recibir una multa de hasta 5.000 rublos, lo que al cambio son 128 euros, una cifra que no asustará a la cantante. De hecho Madonna ya ha adelantado en su página de Facebook que durante su concierto en la antigua capital imperial hablará "a favor de la comunidad homosexual para mostrarles su apoyo y dar fuerza e inspiración a cualquiera que se sienta oprimido".

Para algunos sectores gays estas palabras no son suficientes y exigen a la artista que se una al bloqueo que están promoviendo para San Petersburgo y cancele el evento. Yuri Gavrikov, uno de los líderes de la comunidad homosexual en la ciudad, ha anunciado que se manifestará con los suyos a las puertas del concierto porque considera una "hipocresía" criticar la actitud de la ciudad y después "hacer dinero con ella". A la cita no faltarán los nacionalistas y los ultraortodoxos, que en más de una ocasión han llegado a los puños con los gays en enfrentamientos callejeros.

La comunidad homosexual nunca lo ha tenido fácil en Rusia. Hasta 1993 no fue abolido el artículo del código penal de Rusia que sancionaba con cárcel las prácticas homosexuales. La normativa aprobada ahora "para proteger a los menores de mensajes nocivos" quiere ser extendida a todo el país por algunos sectores conservadores y de la Iglesia Ortodoxa rusa, que ya han chocado con Madonna en anteriores giras de la cantante por su utilización de los símbolos religiosos.

"El texto ya ha sido aprobado y firmado por el gobernador y entrará en vigor el próximo 31 de marzo", lamenta Olga Lenkova, portavoz de uno de los principales colectivos gays de la ciudad. Desde estos sectores se promueve un boicot turístico a la capital zarista y se recuerda que "suspender eventos como el de Madonna tendría consecuencias económicas y podría servir para cambiar las cosas". Cuando la ley esté en vigor será casi imposible para los colectivos gays expresarse públicamente sin riesgo de ser multados.
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