La intención de lobby gay, a través del Ministerio de Salud, es alterar las directrices educativas del estado -en vigor desde el año 2002- y adaptarlas a sus ideario con el objetivo de adoctrinar a los más jóvenes desde los primeros años de colegio.
El portal norteamericano Life Site News publica una entrevista con Hedwig von Beverfoerde, la alemana provida fundadora de la llamada “Initiative Familienschutz” (Iniciativa para la protección de la familia) y portavoz de “Demo fur alle”, la versión alemana de “Manif pour tous” (asociación francesa que defiende la institución de la familia combatiendo con el lobby gay, la ideología de género y la cultura de la muerte).
‘Queremos acabar con la ideología de género’
Tras darse a conocer los recientes proyectos con los que el lobby LGTB amenaza a toda Baviera, Hedwig ha iniciado una campaña de protesta para luchar por la familia y la educación de los hijos. En la entrevista concedida al portal ya citado, la alemana señala que gran parte de los ciudadanos bávaros “no quieren que la ideología de género o diversidad sexual se entrometa en las escuelas de Baviera”. “Queremos acabar con la ideología de género”, defiende.
La activista provida advierte que existe un gran contenido ideológico en el borrador presentado por el Ministerio de Salud: “En las escuelas ahora se enseña Biología respecto a la reproducción biológica, la religión y la ética en relación con los valores del matrimonio y la familia. Ahora -denuncia- pretenden incluir la educación sexual en todos los cursos”.
‘Estamos a la merced de los programas escolares’
Asimismo, la alemana explica que “Alemania es uno de los pocos países en los que está prohibido educar a los hijos en casa”, por lo que “los padres y las familias no tienen ninguna posibilidad de proteger a sus hijos de que reciban estos contenidos en clase. Estamos a la merced de los programas escolares”, lamenta.
Por último, Hedwig von Beverfoerde subraya la escasa ayuda que están recibiendo de la Iglesia Católica: “No quiero decir que es nula, porque no sería cierto, pero el hecho es que, lamentablemente, la ayuda es muy pequeña”.
“La ideología de género ha puesto ya un pie en la Iglesia. Cada obispo que nos apoya es presionado por la Conferencia Episcopal alemana. Espero que un día los obispos se den cuentan que ellos tienen el poder de cambiar la situación”, concluye.
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