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MÉXICO.- Un antiguo legislador mexicano, que fue sancionado, obligado a retractarse y castigado por un tribunal por referirse a un político transgénero como «hombre que se identifica como mujer», se niega a retractarse después de perder su apelación ante la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, quienes confirmaron la sentencia inicial.
El ex diputado Rodrigo Iván Cortés, expuso como sus superiores lo obligaron a tomar clases de reeducación para estar de acuerdo con la ideología trans y a pedirle disculpas a la persona en cuestión, lo que claramente fue censurar sus propios ideales y conciencia.
Cortés, aparentemente castigado económicamente con 19,244 pesos mexicanos, forzado a pedir disculpas a través de plataformas digitales y mandado a recibir formación correctiva, tiene la intención de presentar su situación ante un tribunal internacional con el propósito de proteger sus derechos.
«La verdad evidente es que un hombre nunca puede ser una mujer. Voy a hacer de esto un punto público y seguir el camino internacional en este asunto», dijo calificando su castigo de «profundamente injusto».
Los comentarios en las redes sociales de Cortés resultaron en acusaciones de violencia política de género. Él afirmó que esta situación surgió luego de que expresara su desacuerdo con un proyecto de ley propuesto por un legislador transgénero, que, en su opinión, tenía como objetivo «sancionar a individuos religiosos y ministros», incluso si estos hacen referencia a la Biblia.
«Expresé mi rechazo a ese proyecto de ley, porque iba a tentar contra la libertad religiosa. Expliqué que es un tema muy importante», expresó.
Cortés decidió utilizar las redes sociales para referirse al legislador transgénero como un hombre que se identifica como una mujer. Sin embargo, esta acción lo llevó a enfrentarse a problemas legales al ser acusado por el legislador ofendido, quien aparentemente utilizó el sistema legal en su contra.
«Después de ese mensaje que se transmitió por Twitter y Facebook fueron los elementos de estos demandando y exigiendo. Y fue algo impactante, porque la libertad de expresión, el debate democrático fue aplastado por esta demanda y esta exigencia», contó.
Tomás Henríquez, director de defensa para América Latina y el Caribe de ADF International, expresa preocupación por la tendencia global de violación de la libertad de expresión y restricciones relacionadas. Según él, estas medidas restringen el debate público y van en contra del derecho internacional de los derechos humanos. Henríquez también critica el uso del sistema legal de México para silenciar a los opositores políticos.
El caso de Cortés es una muestra clara de un problema profundo y arraigado en la ley en México. Se ha vuelto ilegal cuestionar la identidad de género de una persona y los tribunales han mantenido esta decisión a lo largo del tiempo. Esto priva a las personas de participar en debates relevantes sobre la verdad y lo que realmente es una mujer.
Además, Cortés ha enfrentado castigos extraños como humillación pública y lavado de cerebro, así como la posibilidad de no poder ocupar cargos públicos en el futuro. También se le exige inscribirse en un registro de personas sancionadas en materia política contra las mujeres, lo cual crea una lista negra que incluye a personas que simplemente expresan su oposición a una agenda política, junto con aquellos que han cometido agresiones violentas contra mujeres.
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