LIMA.- Los serios cuestionamientos a la ministra de la Mujer, Aída García Naranjo –primero por la muerte de tres niños en Cajamarca tras ingerir comida del Pronaa y luego por un proceso en agravio del Estado de 1994 que ocultó–, han motivado que varias bancadas pidan su renuncia al margen de la moción de censura que hay en su contra.
En Alianza por el Gran Cambio (APGC) esa será la postura que fijará su bancada este jueves en el Pleno del Congreso, cuando se debata el pedido de censura que presentó Fuerza 2011, que necesita del respaldo de al menos 66 legisladores para prosperar.
“Lo que yo tengo que declarar respecto a este tema es lo que yo insisto en solicitarle a la ministra su renuncia. La agrupación va a solicitarle a la ministra su renuncia, que es una figura distinta a la censura”, dijo el congresista Alberto Beingolea, de APGC.
Su colega de bancada Luis Galarreta afirmó que “el Gobierno debería cambiar pronto a la ministra porque es una llanta baja en el Ejecutivo”, mientras que Juan Carlos Eguren sostuvo que su figura no concuerda con el discurso de Ollanta Humala de establecer la imprescriptibilidad de delitos de corrupción.
PIERDE RESPALDO POLÍTICO
Incluso en la bancada de Alianza Parlamentaria, que integra Perú Posible –aliado del Gobierno–, algunas voces críticas comienzan a surgir y han puesto en duda el respaldo político a García Naranjo.
Los chakanos Manuel Merino y Marco Falconí señalaron que el Gobierno cometió un error al nombrar como ministra a una persona que tiene un proceso judicial abierto, por lo que deben tomar una decisión inmediata respecto a su continuidad.
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