PERU.- La Mesa de Mujeres Parlamentarias Peruanas, presidida por la congresista Ana María Solórzano junto a otras organizaciones feministas pro aborto, organizaron en el Congreso de la República el foro “Estado Laico, Violencia sexual y políticas públicas”. Durante este evento, diversos expositores plantearon la despenalización de aborto por casos de violación, hecho que va contra las leyes vigentes, que respetan la vida desde la concepción.
La Directiva de la Mesa de Mujeres Parlamentarias que dice representar a las 28 congresistas mujeres que actualmente conforman el Congreso de la República tomó la iniciativa sin considerar que no todos sus miembros están de acuerdo con dicho crimen. Es conocida la posición a favor de la vida de congresistas que también pertenecen a este colectivo, entre ellas Luisa Cuculiza, Gabriela Perez del Solar, Martha Chavez, Karla Schaefer, Cecilia Tait, y no son las únicas.
Preocupados por lo que sería una utilización abusiva de esta plataforma parlamentaria, nos comunicamos con Melisa Garro, asesora de la congresista Solorzano para la Mesa de Mujeres Parlamentarias. Le preguntamos si la Mesa suscribía lo planteado por las representantes de las ONGs pro aborto como PROMSEX, Manuela Ramos, Demus, Católicas por el derecho a decidir, etc. presentes en el referido Foro. Al principio dijo que la Mesa no apoyaba el aborto y cuando le dimos los datos del foro, se excusó de respondernos pidiéndonos las preguntas por escrito. Así lo hicimos. Al no tener respuesta, llamamos al día siguiente y ya no ubicamos a la Srta. Garro, más bien nos contestó otra asesora que rehusó identificarse y dijo que la Mesa era libre de recibir las propuestas de sus miembros y opinar en cualquier sentido.
Por lo sucedido ese día en el Foro y por las respuestas evasivas que el equipo de la congresista Solorzano está ofreciendo, la Mesa estaría siendo usada por el lobby abortista en el Congreso, ilusión de imagen corporativa en favor de un parecer muy particular.
Dado que nadie niega la libertad de opinión, es evidente que en la Mesa no existe consenso abortista. Es la razón de la fallida triquiñuela.
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