El periódico El Nuevo Día, en su línea editorial del pasado 2 de febrero declara lo siguiente: “Debe quedar claro, en primer lugar, que consideramos una gestión de avanzada el que el Departamento de Educación esté en vías de incluir la perspectiva de género en el currículo escolar regular. Pero, los responsables de la ejecución de esa buena medida de Educación, que surge de una directriz del gobernador Alejandro García Padilla, tienen que asegurarse de que la misma no se quede en el tintero a causa de la prisa que impida que los maestros, que son los llamados a instruir a los estudiantes, acometan la encomienda sin haber sido entrenados adecuadamente por profesionales en la materia.” De nuevo, el término que se utiliza y que afirma está expresado en la carta circular del D.E. es “perspectiva de género” y todo el tiempo se ha hablado de perspectiva de género, no de equidad entre los sexos.
El pasado 22 de septiembre el periódico Metro de PR, comentando sobre el currículo de perspectiva de género nos dice en su artículo “Perspectiva sobre los géneros”: “El cuco del “homosexualismo” se vería seriamente enfrentado, pues una perspectiva o ángulo sobre el género distinta a la actual serviría para romper con la idea de una heterosexualidad obligatoria. Ayudaría a comprender que no existen roles ni identidades “naturales” o predeterminadas para cada sexo. Por lo tanto, la perspectiva de género, cuando es utilizada de manera correcta, es una herramienta de análisis que le pone un alto a aquello que nos quieren imponer “porque sí”. Y esto aplica a cómo se nos presenta la historia, nuestros roles, nuestra sexualidad y nuestros deseos, entre toda una infinidad de otras cosas.”
No cabe duda de que la teoría de la perspectiva de género va mucho más allá de enfatizar en la igualdad entre el hombre y la mujer. De hecho, los ideólogos del género afirman que hay más de dos géneros reconocidos y que estos son intercambiables. Esta teoría sin base científica, declara que el sexo biológico y el género son dos cosas muy distintas. Para ellos el género es una construcción social y aspiran a derribar las distinciones entre ambos. Todo esto obviamente choca con los principios y valores de la inmensa mayoría de las familias puertorriqueñas y el derecho de los padres a criar a sus hijos según sus valores y principios. Y el estado no tiene derecho a imponer ideologías y filosofías por encima de lo que los padres le inculcan a sus hijos en casa. Evidentemente el Secretario de Educación y su jefe político en Fortaleza están muy preocupados con la enorme muralla de oposición que se ha levantado y están tratando de cionfundir al país y apaciguar las aguas. Saben que lo que les viene encima desde el 16 de febrero y las cartas que miles de padres están entregando en las escuelas les causa un serio problema. Los libros y materiales que han mantenido ocultos como parte del currículo de perspectiva de género han ido siendo sacados a la luz por personas que están dentro del mismo Departamento de Educación y están en contra de todo esto. Libros como “Quiero Saber” y “Nuestra Sexualidad” que promueven conductas de alto riesgo y una educación sexual distorsionada e inapropiada para nuestros jóvenes estudiantes menores de edad están en manos del Departamento de Educación y el Sr. Román lo sabe.
Sr. Secretario Rafael Román, usted es un hombre que creció en una iglesia cristiana en el sureste del país. Usted es un hombre que afirma tener valores cristianos y en una reunión con líderes de PR por la Familia nos declaró que estaba en contra de todo esto pero las presiones sobre usted eran enormes. ¿Qué pasó? ¿Decidió poner en primer lugar su puesto en el gobierno que sus principios? ¡No se preste a ser parte de la mentira de este gobierno! No permita este atropello y asalto contra nuestros niños.
Puerto Rico por la Familia
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