INGLATERRA.- Sarah Mbuyi, profesora cristiana de 30 años, de nacionalidad belga y que tras llegar a Gran Bretaña hace seis años reside en el norte de Londres, ha denunciado públicamente y ante los tribunales haber sido despedida de la guardería en la que trabajaba por 'discriminación religiosa', tras negarse a leer a los niños cuentos sobre parejas homosexuales. La maestra pone de relieve también que ya previamente le acusaron de "acosar" a una compañera lesbiana, a quien le regaló una Biblia cuando se recuperaba de un accidente.
Según informa el rotativo británico The Times, Sarah Mbuyi, que ahora está empleada en otra guardería, comenzó a trabajar para Newpark ChildCare, un grupo de cuatro escuelas infantiles con sede en Londres, el pasado mes de abril. Ese mismo mes, una trabajadora lesbianas también se unió al centro, en Shepherds Bush, al oeste de Londres.
Después de descubrir que Mbuyi era cristiana y de preguntarle reiteradamente por sus creencias, esta compañera acabó acusándola de "acoso" porque, tras pasar tiempo de recuperación en un hospital, Mbuyo le regaló una Biblia, según ha declarado ésta ante el tribunal. El presente, añadía Mbuyi, fue motivado por el interés que había esta colega en su fe, y añade que en ese momento fue bien recibido por la agasajada. Al mes siguiente, sin embargo, su compañera de trabajo la acusó de acosarla por su lesbianismo.
El caso motivó una reunión disciplinaria. En el debate entre las dos empleadas, Mbuyi le dijo simplemente a su compañera: "Si yo te dijera que Dios considera correcto esto, estaría mintiendo". Sus empleadores estimaron que esto entrañaba una "falta grave", y preguntaron a la maestra cómo se sentiría si le pidieran que leyera cuentos infantiles sobre padres del mismo sexo. Ella respondió que no sería capaz de leerles tales libros. The Times indica que no se pudo contactar con la compañera de trabajo que acusó a Mbuyi para que hiciera comentarios.
A los cristianos se les roba su libertad de conciencia
El caso, presentado en un Tribunal Laboral, ha provocado la creciente preocupación en la comunidad cristiana por el acoso al que se ven sometidos por quienes tratan de imponer las premisas ideológicas del lobby gay, afirmando que este es un ejemplo de cómo a los creyentes les están "robando" la libertad de expresar sus puntos de vista y de cómo las creencias religiosas están siendo "prohibidas por ley" en el lugar de trabajo.
Eric Pickles, Secretario de Comunidades, ha advertido de que "los ateos militantes" están tratando de imponer la "intolerancia de lo políticamente correcto" en otros . "Somos una nación cristiana", ha insistido, en declaraciones recogidas por The Times. La semana pasada , David Cameron, dijo que los cristianos debían ser "más evangélicos" con su fe y "abrirse a las diferencias en la vida de las personas".
El Centro Jurídico Cristiano, que está asistiendo a Mbuyi, respondió que estas declaraciones estaban fuera de lugar, incidiendo en el hecho de que lo que se está impidiendo ejercitar son los derechos de libertad religiosa y de conciencia de los cristianos que quieren vivir su fe.
El Centro ha dado instrucciones a Paul Diamond, un prominente abogado de derechos religiosos, para asistir a la despedida maestra. Andrea Williams, director ejecutivo del grupo, declara: "Por compartir las verdades bíblicas sobre el auténtico amor, los cristianos son discriminados en su lugar de trabajo y pasan a situarse fuera de la ley, en virtud de una ideología dominante. Hay una cultura del miedo que impide la libertad de expresión y la manifestación de la fe. Esta cultura presenta la buena noticia liberadora del Evangelio como opresiva y regresiva", lamenta.
"El Centro Jurídio Cristiano representa a Sarah Mbuyi como el último caso de una serie de amenazados por un movimiento que busca reprimir a los cristianos que quieren vivir una auténtica expresión de su fe, en un país que una vez representó en el mundo la libertad y la justicia."
Según informa el rotativo británico The Times, Sarah Mbuyi, que ahora está empleada en otra guardería, comenzó a trabajar para Newpark ChildCare, un grupo de cuatro escuelas infantiles con sede en Londres, el pasado mes de abril. Ese mismo mes, una trabajadora lesbianas también se unió al centro, en Shepherds Bush, al oeste de Londres.
Después de descubrir que Mbuyi era cristiana y de preguntarle reiteradamente por sus creencias, esta compañera acabó acusándola de "acoso" porque, tras pasar tiempo de recuperación en un hospital, Mbuyo le regaló una Biblia, según ha declarado ésta ante el tribunal. El presente, añadía Mbuyi, fue motivado por el interés que había esta colega en su fe, y añade que en ese momento fue bien recibido por la agasajada. Al mes siguiente, sin embargo, su compañera de trabajo la acusó de acosarla por su lesbianismo.
El caso motivó una reunión disciplinaria. En el debate entre las dos empleadas, Mbuyi le dijo simplemente a su compañera: "Si yo te dijera que Dios considera correcto esto, estaría mintiendo". Sus empleadores estimaron que esto entrañaba una "falta grave", y preguntaron a la maestra cómo se sentiría si le pidieran que leyera cuentos infantiles sobre padres del mismo sexo. Ella respondió que no sería capaz de leerles tales libros. The Times indica que no se pudo contactar con la compañera de trabajo que acusó a Mbuyi para que hiciera comentarios.
A los cristianos se les roba su libertad de conciencia
El caso, presentado en un Tribunal Laboral, ha provocado la creciente preocupación en la comunidad cristiana por el acoso al que se ven sometidos por quienes tratan de imponer las premisas ideológicas del lobby gay, afirmando que este es un ejemplo de cómo a los creyentes les están "robando" la libertad de expresar sus puntos de vista y de cómo las creencias religiosas están siendo "prohibidas por ley" en el lugar de trabajo.
Eric Pickles, Secretario de Comunidades, ha advertido de que "los ateos militantes" están tratando de imponer la "intolerancia de lo políticamente correcto" en otros . "Somos una nación cristiana", ha insistido, en declaraciones recogidas por The Times. La semana pasada , David Cameron, dijo que los cristianos debían ser "más evangélicos" con su fe y "abrirse a las diferencias en la vida de las personas".
El Centro Jurídico Cristiano, que está asistiendo a Mbuyi, respondió que estas declaraciones estaban fuera de lugar, incidiendo en el hecho de que lo que se está impidiendo ejercitar son los derechos de libertad religiosa y de conciencia de los cristianos que quieren vivir su fe.
El Centro ha dado instrucciones a Paul Diamond, un prominente abogado de derechos religiosos, para asistir a la despedida maestra. Andrea Williams, director ejecutivo del grupo, declara: "Por compartir las verdades bíblicas sobre el auténtico amor, los cristianos son discriminados en su lugar de trabajo y pasan a situarse fuera de la ley, en virtud de una ideología dominante. Hay una cultura del miedo que impide la libertad de expresión y la manifestación de la fe. Esta cultura presenta la buena noticia liberadora del Evangelio como opresiva y regresiva", lamenta.
"El Centro Jurídio Cristiano representa a Sarah Mbuyi como el último caso de una serie de amenazados por un movimiento que busca reprimir a los cristianos que quieren vivir una auténtica expresión de su fe, en un país que una vez representó en el mundo la libertad y la justicia."
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