EE.UU.- George Soros denunció a Hungría ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por la ley contra las ONG que alientan la inmigración ilegal.
George Soros vuelve a la primera plana mediática. Open Society Foundations, la ONG de cabecera del magnate, ha denunciado la legislación del Gobierno húngaro ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por “criminalizar” a aquellos que auxilian a los inmigrantes.
La red internacional fundada por Soros, con sede en Nueva York, ha explicado que las medida de Viktor Orbán “quiebran la garantía de la libertad de expresión y de asociación consagradas en el Convenio Europeo de Derechos Humanos, y deben ser repelidas”.
Orbán cerró las puertas a Soros con una ley para regular el funcionamiento de las ONG en el país. La ley prevé, entre otras medidas, restricciones al trabajo de los activistas, como limitarles el acceso a áreas donde haya inmigrantes y obligarles a registrarse en una lista de asociaciones relacionadas con la inmigración.
En el mes de julio, el parlamento aprobó una ley adicional que grava con un 25 % de impuestos la financiación de cualquier actividad u organización que promueva la inmigración ilegal.
“Orbán ha fabricado una narrativa de mentiras para cegar a la gente ante la verdad: que estas leyes se designaron para intimidar a los grupos independientes de la sociedad civil, en otro paso para silenciar cualquier disensión”, ha aseverado el presidente de OSG, Patrick Gaspard.
‘No retiraremos la ley’
El Gobierno húngaro ha descartado retirar la ley y ha pedido a las instituciones europeas respeto por su soberanía, en grave riesgo tras las últimas decisiones del Parlamento Europeo.
“Está claro que no suspenderemos la ley Stop Soros. Ya hemos analizado todo, hemos aprobado la ley. No tenemos intenciones de suspender la ley”, ha asegurado el viceprimer ministro húngaro, Zsolt Semjén.
A pesar de las amenazas de la ONU, el Gobierno de Hungría ha rechazado en reiteradas ocasiones derogar la ley: “Hungría no retira las leyes que defienden al país y a Europa”, ha asegurado el secretario de Estado de Justicia, Pál Völner.
El ministro de Exteriores ha acusado a la ONU de mentir sobre la política migratoria de su país y de querer poner a Hungría “bajo tutela”, advirtiendo que su nación “nunca será un país de inmigrantes”.
“Hungría nunca será un país de inmigrantes. Siempre protegeremos la seguridad del pueblo húngaro. Jamás permitiremos que un solo inmigrante ilegal ingrese al territorio de nuestro país”, ha aseverado Peter Szijjarto.
“Es evidente que los funcionarios de la ONU que difunden estas mentiras sobre Hungría son aquellos que demuestran parcialidad sobre la cuestión migratoria. Pero debo decirles que Hungría nunca será un país de inmigrantes”, ha recordado el dirigente húngaro.
George Soros vuelve a la primera plana mediática. Open Society Foundations, la ONG de cabecera del magnate, ha denunciado la legislación del Gobierno húngaro ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por “criminalizar” a aquellos que auxilian a los inmigrantes.
La red internacional fundada por Soros, con sede en Nueva York, ha explicado que las medida de Viktor Orbán “quiebran la garantía de la libertad de expresión y de asociación consagradas en el Convenio Europeo de Derechos Humanos, y deben ser repelidas”.
Orbán cerró las puertas a Soros con una ley para regular el funcionamiento de las ONG en el país. La ley prevé, entre otras medidas, restricciones al trabajo de los activistas, como limitarles el acceso a áreas donde haya inmigrantes y obligarles a registrarse en una lista de asociaciones relacionadas con la inmigración.
En el mes de julio, el parlamento aprobó una ley adicional que grava con un 25 % de impuestos la financiación de cualquier actividad u organización que promueva la inmigración ilegal.
“Orbán ha fabricado una narrativa de mentiras para cegar a la gente ante la verdad: que estas leyes se designaron para intimidar a los grupos independientes de la sociedad civil, en otro paso para silenciar cualquier disensión”, ha aseverado el presidente de OSG, Patrick Gaspard.
‘No retiraremos la ley’
El Gobierno húngaro ha descartado retirar la ley y ha pedido a las instituciones europeas respeto por su soberanía, en grave riesgo tras las últimas decisiones del Parlamento Europeo.
“Está claro que no suspenderemos la ley Stop Soros. Ya hemos analizado todo, hemos aprobado la ley. No tenemos intenciones de suspender la ley”, ha asegurado el viceprimer ministro húngaro, Zsolt Semjén.
A pesar de las amenazas de la ONU, el Gobierno de Hungría ha rechazado en reiteradas ocasiones derogar la ley: “Hungría no retira las leyes que defienden al país y a Europa”, ha asegurado el secretario de Estado de Justicia, Pál Völner.
El ministro de Exteriores ha acusado a la ONU de mentir sobre la política migratoria de su país y de querer poner a Hungría “bajo tutela”, advirtiendo que su nación “nunca será un país de inmigrantes”.
“Hungría nunca será un país de inmigrantes. Siempre protegeremos la seguridad del pueblo húngaro. Jamás permitiremos que un solo inmigrante ilegal ingrese al territorio de nuestro país”, ha aseverado Peter Szijjarto.
“Es evidente que los funcionarios de la ONU que difunden estas mentiras sobre Hungría son aquellos que demuestran parcialidad sobre la cuestión migratoria. Pero debo decirles que Hungría nunca será un país de inmigrantes”, ha recordado el dirigente húngaro.
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