JAPÓN.- La flamante primera ministra de Japón Takaichi había dicho que la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo es “muy difícil” por lo que establece el artículo 24 de la Constitución de Japón, que define el matrimonio como una unión entre ambos sexos.
Aunque se opone al matrimonio homosexual, también ha declarado que «no debe haber prejuicios» contra la orientación sexual o identidad de género.
En particular sobre cambios al sistema de apellidos para cónyuges (tema relacionado con la igualdad de género): Takaichi se opuso a permitir que los cónyuges mantuvieran apellidos distintos, argumentando que esto podría “destruir la estructura social basada en la unidad familiar”.
En 2021, según el diario The Asahi Shimbun, Takaichi fue listada como “opuesta” (somewhat opposed) al sistema de doble apellido para cónyuges.
Su oposición se fundamenta principalmente en defensa de lo que ella considera el “valor tradicional de la familia”.
Ella se encuentra dentro del partido Liberal Democratic Party (LDP), que en general ha sido resistente a reformar el matrimonio para incluir parejas del mismo sexo.
Aunque declara que rechaza los prejuicios contra personas LGBT, su enfoque no implica activamente promover el matrimonio igualitario — más bien mantener el estado quo normativo.
En el contexto más amplio, mientras los tribunales de Japón han considerado que la prohibición del matrimonio igualitario es inconstitucional o “en estado de inconstitucionalidad”, la legislación nacional aún no ha cambiado significativamente.
En pocas palabras, Takaichi se opone al matrimonio igualitario legalmente en Japón, basándose en su interpretación de la Constitución y en una visión conservadora de familia. Al mismo tiempo, evita adoptar una retórica abiertamente discriminatoria — sostiene que debe haber respeto hacia las personas LGBT, pero sin extender ese respeto hacia el reconocimiento del matrimonio como tal.
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