Por: Rvdo Carlos Linares
Director Internacional
Asunto Civil y Religioso
Coalición Presencia Internacional
Le invito a leer este articulo muy interesante con el tema "que dice la Biblia de la participación de pastores en politica". Saque ud sus propias conclusiones:
La política se ha convertido en una peligrosa tentación para sinnúmero de pastores y líderes con congregaciones a cargo. Al fin y al cabo ejercen influencia y nada mejor que contar con esos seguidores-que les han conocido como predicadores y guías y no como políticos--, para invitarles a sufragar a su favor. Más peligroso aún: los políticos, conscientes de esa situación, cual osos hormigueros, olfatean e identifican qué líderes de iglesia tienen mayor reconocimiento y, por supuesto, potenciales sufragantes, para venderles la propuesta de lanzarse a cargos públicos. Muchos han sucumbido al estímulo y enfrentan las terribles consecuencias.
¿Qué dice la Biblia?
Antes de tomar cualquier decisión ante la posibilidad de incursionar en el mundo de la política, los pastores, obreros y líderes deberían escudriñar la perspectiva bíblica. Y, si después de leer lo que dicen las Escrituras, deciden proseguir en su propósito, dejar el ministerio. No es concebible que alguien utilice el púlpito y el reconocimiento ganado en su desenvolvimiento eclesial, para captar votos.
El apóstol Pablo explicó que los gobernantes fueron instituidos por Dios, dejando claramente establecido que se trata de un rol específico, distinto al llamamiento que se hace a los pastores, maestros, apóstoles, profetas y evangelistas: "Todos deben someterse a las autoridades públicas, pues no hay autoridad que Dios no haya dispuesto, así que las que existen fueron establecidas por él. "(Romanos 13:1, Nueva Versión Internacional)
Es evidente que, si la política fuera ejercitada sanamente en el mundo, serían gobernantes conforme a Su voluntad, porque es Su prerrogativa definir quiénes tendrán las riendas en cargos públicos o legislativos en un país, un estado o una ciudad: "Él cambia los tiempos y las épocas, pone y depone reyes. A los sabios da sabiduría, y a los inteligentes, discernimiento. "(Daniel 2:21, Nueva Versión Internacional)
¿Está tentado por involucrarse activamente en la política? Recuerde que, como bien lo habrá leído, el llamamiento de Dios es irrevocable. Y es específicamente al ministerio.--(Romanos 11:29; Filipenses 3:14; 2 Tesalonicenses 1:11; 2 Timoteo 1:9; Hebreos 3:1) Pero en las Escrituras aprendemos algo más: quien ejerce desde la posición pública, bien sea en la rama gubernativa o de legislación, como Congresistas, Diputados o Concejales, tienen dedicación específica a esa labor: "Por eso mismo pagan ustedes impuestos, pues las autoridades están al servicio de Dios, dedicadas precisamente a gobernar."(Romanos 13:6, Nueva Versión Internacional)
No se puede servir a dos señores: al ministerio y a la política (Lucas 16:3). O estás convencido de tu llamamiento a servir al Señor Jesús en su Obra, o te dedicas al proselitismo. Todo en esta vida es efímero, más aquellas cosas que son del mundo, como la política (1 Juan 12:15-17).
¿Estoy en contra, como ministro de Dios, de que se haga política? En absoluto. Lo que considero más bien es que sean miembros de la congregación, con esa vocación específica, quienes hagan incursión en el mundo político. Si tienen propuestas buenas, sensatas y con principios cristianos, ganarán sufragantes.
No está bien que pastores y líderes aprovechen su investidura para pescar votos. ¿Por qué, mis amados hermanos que comparten esta dualidad, no renuncian al pastorado si es tanto su amor por las almas para servirlas desde lo secular? Seamos sinceros: porque quieren asegurarse, no arriesgar. Si pierden las elecciones, siguen en la iglesia, como si nada. Y eso no es justo con los cristianos que se reúnen confiando en su liderazgo, como hombres comprometidos con la Obra a tiempo completo.
El poder político desplaza a Dios
Por siglos ha habido en muchos países un matrimonio entre la Iglesia tradicional, la católica, y el poder político. Y muchos pronunciamientos favorecen a los gobernantes de turno. No obstante, algo para destacar en ellos es que no aceptan que los sacerdotes sean candidatos en política. Algo sensato. Sin embargo los evangélicos, muchos de los cuales no ahorran esfuerzos en criticarlos, no solo se han enamorado de la política sino que sacan de su contexto versículos de la Biblia, para sustentar sus aspiraciones seculares.
¿Qué dice la Biblia? Que el propósito original de Dios era que el pueblo escogido se gobernara por el ejercicio de jueces o profetas. Pero cuando Israel tuvo contacto con otras naciones, pidió rey. A este hecho se suma el que los dos hijos del profeta Samuel no estaban haciendo bien su labor.
La Palabra nos relata que "Cuando Samuel entró en años, puso a sus hijos como gobernadores de Israel, con sede en Berseba. El hijo mayor se llamaba Joel, y el segundo, Abías. Pero ninguno de los dos siguió el ejemplo de su padre, sino que ambos se dejaron guiar por la avaricia, aceptando sobornos y pervirtiendo la justicia. Por eso se reunieron los *ancianos de Israel y fueron a Ramá para hablar con Samuel. Le dijeron: "Tú has envejecido ya, y tus hijos no siguen tu ejemplo. Mejor danos un rey que nos gobierne, como lo tienen todas las naciones.""(1 Samuel 8:1-5, Nueva Versión Internacional).
La comunidad de aquél entonces creyó que tendrían administración con líderes seculares que religiosos. Tomaron una decisión, que si bien fue desacertada, no la desechó Dios. Al fin y al cabo, Él respeta nuestras determinaciones. A nosotros nos corresponde asumir las consecuencias de cualquier opción por la que nos inclinemos.
Es evidente que tener un rey, iba en contravía del plan de Dios para los israelitas; pero fue ellos quienes lo decidieron: "Cuando le dijeron que querían tener un rey, Samuel se disgustó. Entonces se puso a orar al Señor, pero el Señor le dijo: "Considera seriamente todo lo que el pueblo te diga. En realidad, no te han rechazado a ti, sino a mí, pues no quieren que yo reine sobre ellos. Te están tratando del mismo modo que me han tratado a mí desde el día en que los saqué de Egipto hasta hoy. Me han abandonado para servir a otros dioses. Así que hazles caso, pero adviérteles claramente del poder que el rey va a ejercer sobre ellos." "(1 Samuel 8:6-9, Nueva Versión Internacional)
Cabe preguntarse, ¿era conveniente el cambio que iban a dar en su esquema gubernativo? Por supuesto que no. Un rey era absolutamente secular, en consonancia con el manejo que daban los demás pueblos a sus destinos.
El poder político y el mundo
Cuando vamos al libro del Deuteronomio, capítulo 17, desde el versículo 14 en adelante, hallamos que Dios le advirtió a los israelitas lo que ocurriría cuando estuvieran bajo la dirección de un rey. ""Cuando tomes posesión de la tierra que te da el Señor tu Dios, y te establezcas, si alguna vez dices: "Quiero tener sobre mí un rey que me gobierne, así como lo tienen todas las naciones que me rodean" , asegúrate de nombrar como rey a uno de tu mismo pueblo, uno que el Señor tu Dios elija. No aceptes como rey a ningún forastero ni extranjero."(Deuteronomio 17:14, 15, Nueva Versión Internacional)
Lea cuidadosamente el texto. Señala que el gobernante debía proceder de los propios israelitas, pero no dijo el Señor que tenía que ser escogido entre los sacerdotes y levitas. Era un oficio totalmente distinto, con roles diferentes y metas que diferían unas de otras.
El funcionario debería ser esencialmente del ámbito secular, aunque orientado por principios de la Palabra. No se creería superior a nadie -dicho sea de paso me preocupan los pastores y líderes a quienes gobierna el orgullo y la prepotencia-y debía ser justo (versículos 16 al 20).
La política no debe mezclarse con el ministerio
La vida del rey Uzías es sobresaliente en la historia del pueblo de Israel. Gobernó en Judá. Residía en Jerusalén. Contemporáneo de los profetas Isaías, Oseas, Zacarías y Amós. Estuvo al frente de esa posición por espacio de 52 años. Sin embargo, cuando se consolidó, mezcló lo político con lo religioso.
No supo diferenciar un rol del otro. En ese convencimiento, desconociendo que uno era el llamamiento para ser rey y otro bien distinto a ministrar delante de Dios, entró en el templo para ofrecer incienso:
"Sin embargo, cuando aumentó su poder, Uzías se volvió arrogante, lo cual lo llevó a la desgracia. Se rebeló contra el Señor, Dios de sus antepasados, y se atrevió a entrar en el templo del Señor para quemar incienso en el altar. Detrás de él entró el sumo sacerdote Azarías, junto con ochenta sacerdotes del Señor, todos ellos hombres valientes, quienes se le enfrentaron y le dijeron: "No corresponde a Su Majestad quemar el incienso al Señor. Ésta es función de los sacerdotes descendientes de Aarón, pues son ellos los que están consagrados para quemar el incienso. Salga usted ahora mismo del santuario, pues ha pecado, y así Dios el Señor no va a honrarlo." Esto enfureció a Uzías, quien tenía en la mano un incensario listo para ofrecer el incienso. Pero en ese mismo instante, allí en el templo del Señor, junto al altar del incienso y delante de los sacerdotes, la frente se le cubrió de *lepra. Al ver que Uzías estaba leproso, el sumo sacerdote Azarías y los demás sacerdotes lo expulsaron de allí a toda prisa. Es más, él mismo se apresuró a salir, pues el Señor lo había castigado. "(2 Crónicas 26:16-20, Nueva Versión Internacional)
Le invito para que, libre de todo prejuicio, estudie el pasaje. Dios no conjuga el ejercicio político con el religioso y es evidente, que no es de su pleno agrado, que un pastor o líder-que predica desde un púlpito--, aproveche ese privilegio para posicionarse secularmente. O se es pastor, o se es político. No está bien ejercer las dos condiciones.
Ministrar y administrar, ¿cuándo se unen las dos?
La iglesia primitiva se vio inmersa en una situación de conflicto. En la Biblia leemos que "En aquellos días, al aumentar el número de los discípulos, se quejaron los judíos de habla griega contra los de habla aramea de que sus viudas eran desatendidas en la distribución diaria de los alimentos. Así que los doce reunieron a toda la comunidad de discípulos y les dijeron: "No está bien que nosotros los apóstoles descuidemos el ministerio de la palabra de Dios para servir las mesas. Hermanos, escojan de entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu y de sabiduría, para encargarles esta responsabilidad. Así nosotros nos dedicaremos de lleno a la oración y al ministerio de la palabra." "(Hechos 6:1-4, Nueva Versión Internacional)
Los discípulos fueron muy claros es especificar que ellos se dedicarían "de lleno a la oración y el ministerio de la palabra"(versículo 4) Era su prioridad. Además, tenían conciencia de su llamamiento.
Y, ¿qué decir de los pastores bivocacionales? Es algo distinto. Los ministros bivocacionales-soy uno de ellos y trabajo como profesional con el gobierno de mi país-son aquellos profesionales que fueron llamados al ministerio pastoral pero siguen ejerciendo secularmente por dos razones: la primera, su congregación no tiene el dinero suficiente para contratarles a tiempo completo; segundo, consideran que vivir a Cristo también se puede hacer desde lo secular, como debe ser.
El apóstol Pablo mismo trabajaba haciendo carpas de campaña para no ser gravoso a los hermanos de las iglesias, y aún así, ejercía la predicación. Para desempeñarse laboralmente no necesitaba votos, en cambio quienes se dedican a la política, sí los necesitan, y si aprovechan su condición de ministros o líderes, faltan a la ética cristiana.
A Dios, lo que es de Dios...
Le invito para que lea conmigo un pasaje revelador del Evangelio que nos ayudará a concluir el tema: "Entonces salieron los fariseos y tramaron cómo tenderle a Jesús una trampa con sus mismas palabras. Enviaron algunos de sus discípulos junto con los herodianos, los cuales le dijeron: -Maestro, sabemos que eres un hombre íntegro y que enseñas el camino de Dios de acuerdo con la verdad. No te dejas influir por nadie porque no te fijas en las apariencias. Danos tu opinión: ¿Está permitido pagar impuestos al *César o no? Conociendo sus malas intenciones, Jesús replicó: -¡*Hipócritas! ¿Por qué me tienden *trampas?19 Muéstrenme la moneda para el impuesto. Y se la enseñaron.-¿De quién son esta imagen y esta inscripción? -les preguntó.-Del César -respondieron.-Entonces denle al César lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios. Al oír esto, se quedaron asombrados. Así que lo dejaron y se fueron. "(Mateo 22:15-22, Nueva Versión Internacional)
Por favor, dígame si estoy equivocado; pero lo que entiendo es que el amado Señor Jesucristo supo diferenciar lo político de lo religioso. Y ya que Él es nuestra autoridad espiritual, estoy convencido que no hay lugar a muchas disquisiciones. La decisión de muchos pastores y líderes de amplio reconocimiento, de incursionar en el mundo político, antes que beneficio, ha generado murmuraciones.
Valore su llamamiento ministerial, o quédese en el ejercicio secular en el cual podrá tener igualdad de condiciones con aspirantes a cuerpos colegiados y cargos públicos. No permita que se confunda nuestro testimonio de fe en Jesucristo con el aprovechamiento de privilegios para direccionar la opinión pública a favor nuestro.
Concluyo reconociendo que mi planteamiento desatará polémicas. Lo reconozco y acepto. No obstante, estoy dispuesto a asumir el sano debate porque considero oportuno que se levanten voces que pongan claridad a asuntos tan delicados como el desenvolvimiento de la iglesia en su papel profético de proclamar a Cristo Jesús frente al compromiso de estar desde el gobierno, no para predicar sino para administrar, como es su verdadera esencia.
Oro a Dios por la vida de cada uno de ustedes...Y que sea Dios mismo quien arroje luz sobre el tema, si es que alguien -llámese pastor o líder en ejercicio--todavía persiste en defender sus aspiraciones en el ámbito de la política.
Ps. Fernando Alexis Jiménez
ACYM Cali - Colombia
Director Internacional
Asunto Civil y Religioso
Coalición Presencia Internacional
Le invito a leer este articulo muy interesante con el tema "que dice la Biblia de la participación de pastores en politica". Saque ud sus propias conclusiones:
La política se ha convertido en una peligrosa tentación para sinnúmero de pastores y líderes con congregaciones a cargo. Al fin y al cabo ejercen influencia y nada mejor que contar con esos seguidores-que les han conocido como predicadores y guías y no como políticos--, para invitarles a sufragar a su favor. Más peligroso aún: los políticos, conscientes de esa situación, cual osos hormigueros, olfatean e identifican qué líderes de iglesia tienen mayor reconocimiento y, por supuesto, potenciales sufragantes, para venderles la propuesta de lanzarse a cargos públicos. Muchos han sucumbido al estímulo y enfrentan las terribles consecuencias.
¿Qué dice la Biblia?
Antes de tomar cualquier decisión ante la posibilidad de incursionar en el mundo de la política, los pastores, obreros y líderes deberían escudriñar la perspectiva bíblica. Y, si después de leer lo que dicen las Escrituras, deciden proseguir en su propósito, dejar el ministerio. No es concebible que alguien utilice el púlpito y el reconocimiento ganado en su desenvolvimiento eclesial, para captar votos.
El apóstol Pablo explicó que los gobernantes fueron instituidos por Dios, dejando claramente establecido que se trata de un rol específico, distinto al llamamiento que se hace a los pastores, maestros, apóstoles, profetas y evangelistas: "Todos deben someterse a las autoridades públicas, pues no hay autoridad que Dios no haya dispuesto, así que las que existen fueron establecidas por él. "(Romanos 13:1, Nueva Versión Internacional)
Es evidente que, si la política fuera ejercitada sanamente en el mundo, serían gobernantes conforme a Su voluntad, porque es Su prerrogativa definir quiénes tendrán las riendas en cargos públicos o legislativos en un país, un estado o una ciudad: "Él cambia los tiempos y las épocas, pone y depone reyes. A los sabios da sabiduría, y a los inteligentes, discernimiento. "(Daniel 2:21, Nueva Versión Internacional)
¿Está tentado por involucrarse activamente en la política? Recuerde que, como bien lo habrá leído, el llamamiento de Dios es irrevocable. Y es específicamente al ministerio.--(Romanos 11:29; Filipenses 3:14; 2 Tesalonicenses 1:11; 2 Timoteo 1:9; Hebreos 3:1) Pero en las Escrituras aprendemos algo más: quien ejerce desde la posición pública, bien sea en la rama gubernativa o de legislación, como Congresistas, Diputados o Concejales, tienen dedicación específica a esa labor: "Por eso mismo pagan ustedes impuestos, pues las autoridades están al servicio de Dios, dedicadas precisamente a gobernar."(Romanos 13:6, Nueva Versión Internacional)
No se puede servir a dos señores: al ministerio y a la política (Lucas 16:3). O estás convencido de tu llamamiento a servir al Señor Jesús en su Obra, o te dedicas al proselitismo. Todo en esta vida es efímero, más aquellas cosas que son del mundo, como la política (1 Juan 12:15-17).
¿Estoy en contra, como ministro de Dios, de que se haga política? En absoluto. Lo que considero más bien es que sean miembros de la congregación, con esa vocación específica, quienes hagan incursión en el mundo político. Si tienen propuestas buenas, sensatas y con principios cristianos, ganarán sufragantes.
No está bien que pastores y líderes aprovechen su investidura para pescar votos. ¿Por qué, mis amados hermanos que comparten esta dualidad, no renuncian al pastorado si es tanto su amor por las almas para servirlas desde lo secular? Seamos sinceros: porque quieren asegurarse, no arriesgar. Si pierden las elecciones, siguen en la iglesia, como si nada. Y eso no es justo con los cristianos que se reúnen confiando en su liderazgo, como hombres comprometidos con la Obra a tiempo completo.
El poder político desplaza a Dios
Por siglos ha habido en muchos países un matrimonio entre la Iglesia tradicional, la católica, y el poder político. Y muchos pronunciamientos favorecen a los gobernantes de turno. No obstante, algo para destacar en ellos es que no aceptan que los sacerdotes sean candidatos en política. Algo sensato. Sin embargo los evangélicos, muchos de los cuales no ahorran esfuerzos en criticarlos, no solo se han enamorado de la política sino que sacan de su contexto versículos de la Biblia, para sustentar sus aspiraciones seculares.
¿Qué dice la Biblia? Que el propósito original de Dios era que el pueblo escogido se gobernara por el ejercicio de jueces o profetas. Pero cuando Israel tuvo contacto con otras naciones, pidió rey. A este hecho se suma el que los dos hijos del profeta Samuel no estaban haciendo bien su labor.
La Palabra nos relata que "Cuando Samuel entró en años, puso a sus hijos como gobernadores de Israel, con sede en Berseba. El hijo mayor se llamaba Joel, y el segundo, Abías. Pero ninguno de los dos siguió el ejemplo de su padre, sino que ambos se dejaron guiar por la avaricia, aceptando sobornos y pervirtiendo la justicia. Por eso se reunieron los *ancianos de Israel y fueron a Ramá para hablar con Samuel. Le dijeron: "Tú has envejecido ya, y tus hijos no siguen tu ejemplo. Mejor danos un rey que nos gobierne, como lo tienen todas las naciones.""(1 Samuel 8:1-5, Nueva Versión Internacional).
La comunidad de aquél entonces creyó que tendrían administración con líderes seculares que religiosos. Tomaron una decisión, que si bien fue desacertada, no la desechó Dios. Al fin y al cabo, Él respeta nuestras determinaciones. A nosotros nos corresponde asumir las consecuencias de cualquier opción por la que nos inclinemos.
Es evidente que tener un rey, iba en contravía del plan de Dios para los israelitas; pero fue ellos quienes lo decidieron: "Cuando le dijeron que querían tener un rey, Samuel se disgustó. Entonces se puso a orar al Señor, pero el Señor le dijo: "Considera seriamente todo lo que el pueblo te diga. En realidad, no te han rechazado a ti, sino a mí, pues no quieren que yo reine sobre ellos. Te están tratando del mismo modo que me han tratado a mí desde el día en que los saqué de Egipto hasta hoy. Me han abandonado para servir a otros dioses. Así que hazles caso, pero adviérteles claramente del poder que el rey va a ejercer sobre ellos." "(1 Samuel 8:6-9, Nueva Versión Internacional)
Cabe preguntarse, ¿era conveniente el cambio que iban a dar en su esquema gubernativo? Por supuesto que no. Un rey era absolutamente secular, en consonancia con el manejo que daban los demás pueblos a sus destinos.
El poder político y el mundo
Cuando vamos al libro del Deuteronomio, capítulo 17, desde el versículo 14 en adelante, hallamos que Dios le advirtió a los israelitas lo que ocurriría cuando estuvieran bajo la dirección de un rey. ""Cuando tomes posesión de la tierra que te da el Señor tu Dios, y te establezcas, si alguna vez dices: "Quiero tener sobre mí un rey que me gobierne, así como lo tienen todas las naciones que me rodean" , asegúrate de nombrar como rey a uno de tu mismo pueblo, uno que el Señor tu Dios elija. No aceptes como rey a ningún forastero ni extranjero."(Deuteronomio 17:14, 15, Nueva Versión Internacional)
Lea cuidadosamente el texto. Señala que el gobernante debía proceder de los propios israelitas, pero no dijo el Señor que tenía que ser escogido entre los sacerdotes y levitas. Era un oficio totalmente distinto, con roles diferentes y metas que diferían unas de otras.
El funcionario debería ser esencialmente del ámbito secular, aunque orientado por principios de la Palabra. No se creería superior a nadie -dicho sea de paso me preocupan los pastores y líderes a quienes gobierna el orgullo y la prepotencia-y debía ser justo (versículos 16 al 20).
La política no debe mezclarse con el ministerio
La vida del rey Uzías es sobresaliente en la historia del pueblo de Israel. Gobernó en Judá. Residía en Jerusalén. Contemporáneo de los profetas Isaías, Oseas, Zacarías y Amós. Estuvo al frente de esa posición por espacio de 52 años. Sin embargo, cuando se consolidó, mezcló lo político con lo religioso.
No supo diferenciar un rol del otro. En ese convencimiento, desconociendo que uno era el llamamiento para ser rey y otro bien distinto a ministrar delante de Dios, entró en el templo para ofrecer incienso:
"Sin embargo, cuando aumentó su poder, Uzías se volvió arrogante, lo cual lo llevó a la desgracia. Se rebeló contra el Señor, Dios de sus antepasados, y se atrevió a entrar en el templo del Señor para quemar incienso en el altar. Detrás de él entró el sumo sacerdote Azarías, junto con ochenta sacerdotes del Señor, todos ellos hombres valientes, quienes se le enfrentaron y le dijeron: "No corresponde a Su Majestad quemar el incienso al Señor. Ésta es función de los sacerdotes descendientes de Aarón, pues son ellos los que están consagrados para quemar el incienso. Salga usted ahora mismo del santuario, pues ha pecado, y así Dios el Señor no va a honrarlo." Esto enfureció a Uzías, quien tenía en la mano un incensario listo para ofrecer el incienso. Pero en ese mismo instante, allí en el templo del Señor, junto al altar del incienso y delante de los sacerdotes, la frente se le cubrió de *lepra. Al ver que Uzías estaba leproso, el sumo sacerdote Azarías y los demás sacerdotes lo expulsaron de allí a toda prisa. Es más, él mismo se apresuró a salir, pues el Señor lo había castigado. "(2 Crónicas 26:16-20, Nueva Versión Internacional)
Le invito para que, libre de todo prejuicio, estudie el pasaje. Dios no conjuga el ejercicio político con el religioso y es evidente, que no es de su pleno agrado, que un pastor o líder-que predica desde un púlpito--, aproveche ese privilegio para posicionarse secularmente. O se es pastor, o se es político. No está bien ejercer las dos condiciones.
Ministrar y administrar, ¿cuándo se unen las dos?
La iglesia primitiva se vio inmersa en una situación de conflicto. En la Biblia leemos que "En aquellos días, al aumentar el número de los discípulos, se quejaron los judíos de habla griega contra los de habla aramea de que sus viudas eran desatendidas en la distribución diaria de los alimentos. Así que los doce reunieron a toda la comunidad de discípulos y les dijeron: "No está bien que nosotros los apóstoles descuidemos el ministerio de la palabra de Dios para servir las mesas. Hermanos, escojan de entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu y de sabiduría, para encargarles esta responsabilidad. Así nosotros nos dedicaremos de lleno a la oración y al ministerio de la palabra." "(Hechos 6:1-4, Nueva Versión Internacional)
Los discípulos fueron muy claros es especificar que ellos se dedicarían "de lleno a la oración y el ministerio de la palabra"(versículo 4) Era su prioridad. Además, tenían conciencia de su llamamiento.
Y, ¿qué decir de los pastores bivocacionales? Es algo distinto. Los ministros bivocacionales-soy uno de ellos y trabajo como profesional con el gobierno de mi país-son aquellos profesionales que fueron llamados al ministerio pastoral pero siguen ejerciendo secularmente por dos razones: la primera, su congregación no tiene el dinero suficiente para contratarles a tiempo completo; segundo, consideran que vivir a Cristo también se puede hacer desde lo secular, como debe ser.
El apóstol Pablo mismo trabajaba haciendo carpas de campaña para no ser gravoso a los hermanos de las iglesias, y aún así, ejercía la predicación. Para desempeñarse laboralmente no necesitaba votos, en cambio quienes se dedican a la política, sí los necesitan, y si aprovechan su condición de ministros o líderes, faltan a la ética cristiana.
A Dios, lo que es de Dios...
Le invito para que lea conmigo un pasaje revelador del Evangelio que nos ayudará a concluir el tema: "Entonces salieron los fariseos y tramaron cómo tenderle a Jesús una trampa con sus mismas palabras. Enviaron algunos de sus discípulos junto con los herodianos, los cuales le dijeron: -Maestro, sabemos que eres un hombre íntegro y que enseñas el camino de Dios de acuerdo con la verdad. No te dejas influir por nadie porque no te fijas en las apariencias. Danos tu opinión: ¿Está permitido pagar impuestos al *César o no? Conociendo sus malas intenciones, Jesús replicó: -¡*Hipócritas! ¿Por qué me tienden *trampas?19 Muéstrenme la moneda para el impuesto. Y se la enseñaron.-¿De quién son esta imagen y esta inscripción? -les preguntó.-Del César -respondieron.-Entonces denle al César lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios. Al oír esto, se quedaron asombrados. Así que lo dejaron y se fueron. "(Mateo 22:15-22, Nueva Versión Internacional)
Por favor, dígame si estoy equivocado; pero lo que entiendo es que el amado Señor Jesucristo supo diferenciar lo político de lo religioso. Y ya que Él es nuestra autoridad espiritual, estoy convencido que no hay lugar a muchas disquisiciones. La decisión de muchos pastores y líderes de amplio reconocimiento, de incursionar en el mundo político, antes que beneficio, ha generado murmuraciones.
Valore su llamamiento ministerial, o quédese en el ejercicio secular en el cual podrá tener igualdad de condiciones con aspirantes a cuerpos colegiados y cargos públicos. No permita que se confunda nuestro testimonio de fe en Jesucristo con el aprovechamiento de privilegios para direccionar la opinión pública a favor nuestro.
Concluyo reconociendo que mi planteamiento desatará polémicas. Lo reconozco y acepto. No obstante, estoy dispuesto a asumir el sano debate porque considero oportuno que se levanten voces que pongan claridad a asuntos tan delicados como el desenvolvimiento de la iglesia en su papel profético de proclamar a Cristo Jesús frente al compromiso de estar desde el gobierno, no para predicar sino para administrar, como es su verdadera esencia.
Oro a Dios por la vida de cada uno de ustedes...Y que sea Dios mismo quien arroje luz sobre el tema, si es que alguien -llámese pastor o líder en ejercicio--todavía persiste en defender sus aspiraciones en el ámbito de la política.
Ps. Fernando Alexis Jiménez
ACYM Cali - Colombia
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