LONDRES.- "Not gay! Ex-gay, post-gay and proud. Get over it!" (¡No gay! Ex-gay, post-gay y orgulloso. ¡Supéralo!). Los autobuses de Londres tenían programado lucir en los próximos días este mensaje que incitaba reconversión a la heterosexualidad. Pero la mano del alcalde de la capital británica, Boris Johnson, puso freno a una campaña que ha levantado ampollas entre asociaciones gays y políticos en plena recta final a las elecciones a la alcaldía de Londres el próximo 3 de mayo.
La publicidad fue encargada por dos grupos anglicanos conservadores: la asociación benéfica Core Issues Trust, que promete "terapia reparadora" a los gays cristianos para desarrollar su "potencial heterosexual", y Anglican Mainstream, cuyos seguidores equiparan la homosexualidad al alcoholismo.
"Londres es una de las ciudades más tolerantes del mundo y es intolerante con la intolerancia. Es claramente ofensivo sugerir que ser gay es una enfermedad que puede ser recuperada y yo no estoy preparado para que esa sugerencia sea conducida por Londres en nuestros autobuses", explicó Boris Johnson en declaraciones al diario The Guardian.
Pero la decisión del alcalde conservador no ha evitado que sus rivales hayan utilizado este episodio como arma electoral. Su principal contrincante en la lucha por mantener la alcaldía, el laborista Ken Livingstone, reprochó a Johnson que los anuncios contaran con luz verde de Transport for London (TFL), el organismo que gestiona el transporte público de la capital bajo la tutela del alcalde. "Londres camina hacia atrás con un liderazgo Tory que debería haber imposibilitado estos anuncios", denunció.
Está por ver si esta polémica acaba beneficiando al tercer candidato en discordia, el liberaldemócrata Brian Paddick, ex policía y abiertamente homosexual. "Desde mi experiencia personal como gay cristiano puedo afirmar que es mucho mejor estar fuera que dentro del armario. Deberíamos celebrar la diversidad por la que Londres es conocida, no denigrarla"
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