“La administración de Bogotá, en cabeza de su Alcalde Gustavo Petro, se ha convertido en una dictadura de la comunidad LGBTI invirtiendo 3.964 millones de pesos, recaudados de los contribuyentes, para promover actividades e ideologías que están conforme a los postulados de este colectivo”, denunció el concejal cristiano Marco Fidel Ramírez en una entrevista personal con Nexus Stereo.
Aseguró que “para el doctor Petro la prioridad fundamental es convertir a Bogotá en la Sodoma latinoamericana del siglo XXI e imponer en ella un referente de dictadura del aberro-sexualismo en la ciudad para proyectarlo a todo el país”.
El presupuesto total de Bogotá para el 2015 es de 17,3 billones de pesos, y el asignado a planes y programas de la comunidad LGBTI alcanza la suma de 3 billones 217.810 millones de pesos, lo que quiere decir que en total equivale al 18,6% del presupuesto neto del Distrito.
La tesis expuesta por el funcionario es que la administración distrital, como representante del Estado, pasó de permitir a promover ideologías que corresponden a fueros internos, decisiones personales y a convicciones íntimas, utilizando para ello recursos de los contribuyentes, los cuales son recaudados con el fin de desarrollar políticas públicas.
Esta promoción se presenta a través de la realización de semanas de la diversidad –las cuales asegura Ramírez tienen una duración de más de siete días- y en las que se desarrollan desfiles, carnavales, procesiones artísticas, ciclos de cine gay (rosa), conferencias y charlas; también mediante la publicación de publicidad pro gay en el canal de televisión del Distrito, en la cual se busca inducir a los ciudadanos a adherir a un “mundo progresista, postmoderno y evolucionado” a través de programas de televisión como El Sofá, Indivisibles y Sexo sin censura.
Como si lo anterior fuera poco la Alcaldía ha facilitado apoyos explícitos como campañas de mercadeo que incluyen manillas, camisetas, llaveros, separadores, esferos, calendarios y otras piezas publicitarias relativas a la cultura promovida por la comunidad LGBTI; también ha colocado pasacalles, pancartas y avisos en el transporte público con la bandera de colores utilizando eufemismos demagógicos de victimización y reivindicación del derecho de las minorías; y ha contratado con la Universidad Nacional estudios que justifiquen científicamente que la homosexualidad es viable, para así pasar de lo jurídico a lo biológico.
Además, denuncia el concejal Ramírez, que la administración distrital, con base en el Decreto 608 de 2007 y el Acuerdo 371 de 2009, promueve la ideología LGBTI. Estas normas establecen lineamientos de política pública para la garantía plena de los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas.
Una ‘Bogotá Humana’ que discrimina.
Nexus Stereo conversó con el concejal Ramírez acerca de estas denuncias y el por qué afirma que Bogotá se ha convertido en una dictadura de la diversidad sexual, y el funcionario respondió mostrando las cifras del presupuesto asignado por el Distrito a oficinas que se encargan de promover esta cultura gay, y añadió que la Alcaldía ha dado un trato discriminatorio a otras comunidades como los indígenas, afro e inclusive los cristianos.
Nexus Stereo pudo comprobar que eventos como Bogotá Gospel, que venía siendo organizado por bandas cristianas con el apoyo de la Secretaría Distrital de Recreación y Deporte no volvió a realizarse desde que el alcalde Petro asumió su mandato, y la última información publicada en medios de comunicación acerca de su organización asegura que el 8 de marzo de 2015 el Concejo Municipal aprobó su realización dentro de las actividades del Festival de Verano, que se lleva a cabo durante la primera semana de agosto. Sin embargo, en la página web de los organizadores no hay información acerca de la convocatoria para las bandas y a la fecha nadie se ha pronunciado sobre si se realizará este año o no.
Sobre la asignación presupuestal y la participación de las entidades de la Administración distrital a favor de la comunidad LGBTI la oficina del ‘concejal de la familia’, como se le conoce públicamente, denunció que el Distrito invierte recursos a través de diferentes estructuras orgánicas como la Dirección de Diversidad Sexual de la Secretaría de Planeación con su rubro “Coordinación de la política pública de garantía de derechos de las personas lesbianas, gays, transgeneristas y otras identidades de género y orientaciones sexuales”, a través de esta dependencia promueve nuevas representaciones sociales en relación con sexo, orientaciones sexuales e identidad de género”.
Además de la Dirección de Diversidad Sexual de la Secretaría de Planeación, existe también la Subdirección LGBT de la Secretaría de Integración Social con sus rubros “Promoción del ejercicio y goce de los derechos de personas LGBTI” y “Lucha contra todo tipo de discriminación y violencia por condición, situación, identidad, diferencia, diversidad o etapa de ciclo vital” y también la Subdirección de Familia, la cual en su Eje 1 apunta a “promover la transformación de patrones culturales hegemónicos y excluyentes a través de la diversidad de estructuras, roles y subjetividades familiares”.
Igualmente, a través de la Secretaría de Gobierno, se maneja el rubro para “Reducción de la discriminación y la violencia por orientaciones sexuales e identidad de género para el ejercicio efectivo de los sectores LGBTI” y de la Secretaría de Educación se destinó también un rubro para “Educación incluyente, diversa y de calidad para disfrutar y aprender”.
La distribución de la torta presupuestal.
El eje central de la denuncia hecha por el concejal Ramírez está en el presupuesto asignado a cada dependencia, y Nexus Stereo tuvo acceso al documento con el cual esta oficina denunció públicamente la manera cómo el dinero de los contribuyentes se está utilizando para promover esta ideología, tal como lo relacionamos a continuación.
Pero, esto no es todo, pues la administración distrital también ha destinado otras sumas más de dinero a través de diferentes programas. Estos recursos, según la oficina del concejal Ramírez son asignados de manera transversal y están a disposición de los programas promovidos por la comunidad LGBTI tal como se relacionan a continuación.
‘Respeto sí, dictadura, no’.
Ahora, el concejal Marco Fidel Ramírez ha manifestado en entrevista con Nexus Stereo que él no se opone a que estas personas sean sujetos de derechos, y ha aclarado que su lucha no es contra la comunidad LGBTI, pero que su empeño es por impedir que los anti-valores que rigen a estas personas sean impuestos a una ciudad y una nación que en su mayoría está conformada por cristianos católicos y evangélicos.
Ante la pregunta de Nexus Stereo sobre si considera que la actitud de la iglesia en Colombia y de algunos cristianos hacia la comunidad LGBTI ha despertado recelo por parte de los miembros de esta colectividad respondió enfáticamente que “Colombia se ha convertido en un escenario típico de la dictadura de las minorías” añadiendo que lo que ocurre con la comunidad homosexual es que “esta minoría pretende imponerle al país, con el afecto o la complicidad de las altas Cortes, del alto gobierno, de mandatarios relativistas, proclives a la ideología de género, quienes pretenden imponernos una dictadura homosexual”.
Agregó que “defender el postulado de la doctrina social cristiana, proteger los postulados bíblicos que nos invitan a resguardar el orden natural del matrimonio, de la familia, no es homofobia”, y aseguró que “lo que ocurre es que el colectivo homosexual padece de delirio de persecución y cree que todos los que opinamos diferente entonces somos homofóbicos, trogloditas, fanáticos, fundamentalistas, ridículos, peligrosos y fuera de lugar”.
Dijo también que como persona “respeto la visión del colectivo homosexual, pero no la compartimos”, y añadió que frente al avance del secularismo en Colombia la iglesia debe despabilarse, “nosotros como cristianos tenemos legítimos derechos a defender nuestra fe, nuestros principios y valores. Las minorías tienen también derecho a existir, pero no tienen derecho a esclavizarnos, pero hoy estamos bajo la sombra de una agenda gay y de un progresismo que ha optado como consigna fundamental destruir la vida, la familia, los valores, con el cuento del libre desarrollo de la personalidad y con la disculpa de los derechos sexuales y reproductivos”, puntualizó.
Por último, aclaró que Colombia es un país que en el preámbulo de su Constitución honra, invoca y declara la protección de Dios sobre la nación, y que el Estado debe proteger la familia como núcleo fundamental en su intimidad, integridad y dignidad.
Lía Salomé Sánchez García.
Periodista Nexus Stereo.
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