Entre las personas invitadas saludó Trump en su discurso a Paula White, Alveda King, Franklin Graham, Jerry Falwell, Darrell Scott, Robert Jeffress, Ralph Reed, Tony Perkins, Lester Warner, James y Shirley Dobson.
Un amplio sector de los cristianos evangélicos estadounidenses votaron a Trump para alcanzar la presidencia en 2016. Unos por convicción, y otros como mal menor.
La cena en la Casa Blanca fue una forma de mostrar el actual Presidente de EEUU su agradecimiento por la contribución de los cristianos evangélicos a la sociedad estadounidense, y de nuevo comprometerse a proteger sus derechos para que su trabajo pueda continuar, algo que reiteró varias veces Trump en su discurso.
El presidente dedicó públicamente unas palabras de recuerdo y agradecimiento por el servicio del fallecido senador John McCain. “Nuestros corazones y oraciones van a la familia del senador John McCain… apreciamos mucho todo lo que él ha hecho por nuestro país”, dijo Trump.
IMPORTANCIA DE LOS EVANGÉLICOS Y LA FAMILIA
“Estados Unidos es una nación de creyentes. Y esta noche nos unen líderes de fe de todo el país que creen en la dignidad de la vida, la gloria de Dios y el poder de la oración”, dijo Trump
“Defendemos a los creyentes porque sabemos que la fe y la familia, no el gobierno y la burocracia, son el centro de la vida estadounidense”.
LUCHA EN EL MUNDO POR LA LIBERTAD RELIGIOSA
Trump encontró un enorme eco en forma de aplausos cuando recordó los esfuerzos de su administración para combatir la persecución religiosa.
“Llevamos a casa cristianos presos en Corea del Norte, incluido un pastor estadounidense, y estamos luchando por liberar al pastor Brunson en Turquía, algo en lo que hemos logrado un gran progreso”, dijo Trump.
FE, LIBERTAD Y VOTO EVANGÉLICO
El presidente trató la importancia de la fe y la libertad para Estados Unidos. “En los últimos años, el gobierno ha intentado socavar la libertad religiosa, pero los ataques a las comunidades de fe han terminado. Lo hemos terminado”, dijo Trump.
Trump dijo a los líderes evangélicos que es imperativo que las personas de fe voten a medio plazo para que el progreso pueda continuar. Una propuesta de la que se hizo eco por el pastor Robert Jeffress, un firme defensor del presidente.
“El apoyo que me han brindado ha sido increíble, pero realmente no me siento culpable porque les he dado de vuelta mucho de lo que prometí”, dijo Trump. Y recordó que “reconocimos la capital de Israel y abrimos la Embajada de los Estados Unidos en Jerusalén”.
ORACIÓN FINAL Y REGALO DE UNA BIBLIA
Al acabar el discurso, Paula White hizo una oración, antes de la cual regalaron a Trump y su esposa una Biblia firmada por más de cien cristianos, “evangélicos que lo aman y oran por usted”.
La dedicatoria que leyó, decía: “Primera Dama y Presidente, siempre están en nuestras oraciones. Gracias por su valiente y atrevida postura por la libertad religiosa y por su permanente servicio a todos los estadounidenses. Agradecemos el precio que ha pagado para caminar en la alta vocación. La historia registrará la grandeza que has traído por generaciones”.
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