CHINA.- En China se había experimentado algo parecido a una apertura con respecto a la aceptación de personas LGBT a finales de los 90s y comienzo de los 2000, pero Xi Jinping ha impulsado una política de tolerancia cero con respecto a estos grupos.
Desde su llegada al poder en marzo del 2013, marcó una posición contraria a la agenda LGBT, el régimen chino, emplea una estrategia parecido al de Vlademir Putin, al ordenar que las películas y la televisión eviten los temas o personajes homosexuales.
En China, están prohibidas las protecciones legales explícitas contra la discriminación basada en la orientación sexual o la identidad de género. Las parejas del mismo sexo tampoco pueden casarse, y en los últimos años el Estado chino ha neutralizado la agenda politica homosexual.
Obviamente para los activistas LGBT esto es discriminatorio y a menudo obliga a estas parejas a vivir su "relación a escondidas porque las penas son muy duras.
La promulgación en China del primer código civil impidió que el matrimonio gay fuera legalizado en este país donde la unión entre un hombre y una mujer sigue siendo la norma.
Los gays y lesbianas "no se sienten respetados", se queja Sun Wenlin, de unos 30 años, primero en China en haber lanzado en 2015 un proceso --infructuoso-- para poder casarse con su pareja del mismo sexo.
El matrimonio homosexual sigue siendo un lejano sueño en un país que consideraba oficialmente la homosexualidad como enfermedad mental hasta 2001.
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