PERU.- ( AGENCIALAVOZ.ORG )El periodista César Hildebrandt recomienda votar por Susana Villarán (1). Se trata de una creciente miopía de este periodista, que a veces más parece haber escrito después de una pesada trasnoche, pues ya otra vez nos sorprendió comparando a los caviares con Jesús (ver ¿Qué pasa con César Hildebrandt?).
Hildebrandt es un personaje que más destaca por sus muy meritorios destapes informativos sobre corrupción —por lo cual la democracia le debe mucho— que por la lucidez en todo lo que dice. Una cosa es informar y otra opinar, y a veces Hildebrant parece alucinar en lugar de pensar.
Dice Hildebrandt que Susana Villarán está “totalmente limpia de corrupción”. Exijamos que aclare los escándalos de Fuerza Social (2) y los escándalos de auditoría que coincidieron con su salida del ministerio de la Mujer, donde, por cobrar un jugoso sueldo, siguió la comparsa de dirigir un ministerio que es más un circo, como si la mujer no fuese un ser humano, sino de otra especie. Ese ministerio debería desaparecer y ser una dirección de otro ministerio. Es absurdo que Hildebrandt la alabe por ese cargo, donde además, no condenó los altísimos sueldos de los funcionarios públicos, que ella recibió siendo ministra, en un país donde el policía, el maestro y el empleado público perciben sueldos míseros. Villarán no quiso enfrentarse a Paniagua, que puso el sueldo del presidente del congreso en 14,000 dólares.
En el ministerio de la Mujer no tuvo ninguna iniciativa legal ni social para luchar contra el problema más grave de la mujer: el proxenetismo que la utiliza como esclava. Tampoco ahora.
Hildebrandt también dice que Villarán “se fajó en la lucha contra la dictadura, dirigiendo la Coordinadora de los Derechos Humanos cuando las papas quemaban y los riesgos eran grandes; sólo eso ya es muy meritorio”. Pero Hildebrandt no dice que ese es un trabajo a sueldo, sólo habló para lo que le pagaron, como mercenaria. Tampoco dice que muchas ONG reciben fondos de la AID y otras organizaciones de fachada de derechos humanos, pero que buscan desestabilizar gobiernos (ver Usaid, la Agencia para la Desestabilización Internacional estadounidense ), y que en el Perú recibieron fondos para apoyar programas anticonceptivos abusivos contra las mujeres pobres, por eso Villarán avaló con su silencio cómplice la esterilización de indígenas perpetrada con engaños por Fujimori, donde hubo incluso muertes por habérseles tratado peor que al ganado, sin darles cuidados postoperatorios.
Se entiende que Villarán nunca defendió a las víctimas de los terroristas ni a los militares y policías víctimas del terror ni a sus viudas, porque su palabra fue mercenaria, pagada para que proclame un libreto.
Su inmoralidad en materia de derechos humanos llegó al extremo de ir a Madre Mía a llorar por unos huesos que nunca aparecieron, todo para oponerse a Ollanta Humala, quien salió libre de las acusaciones. Pero habiendo muchos esqueletos acusadores del primer gobierno de García por las matanzas de Cayara, Accomarca, el Frontón, y otros, hizo cola, junto con Humerto Lay Sun, para felicitarlo cuando ganó las elecciones (sin contar con las acusaciones contra él por enriquecimiento ilícito que lo llevaron a fugar a París a esperar la prescripción). Cabe señalar que Lourdes Flores ni Ollanta Humala se rebajaron a tanto como Villarán, que se le vio haciendo cola en plena calle para saludar a García. Actitudes mucho más decentes podemos ver por ejemplo en la casa real de Holanda, que cuando el príncipe heredero se casó con Máxima Zorreguieta hija de un militar perteneciente al régimen de Rafael Videla, no lo invitó a la boda de su hija, por ser parte de un régimen violador de los derechos humanos.
La bufona religiosa
También dice Hildebrandt de Villarán: “Justicia Social: … militante de una izquierda cristiana”. Susana Villarán hace alarde de ser muy católica. Gusta de exhibir a la prensa sus fotos de primera comunión y proclama ser discípula del padre Gustavo Gutiérrez, pero la verdad es que Villarán se ensucia en el catolicismo:
* En sus declaraciones promueve el matrimonio entre homosexuales, contradiciendo al mismo Papa. El Vaticano es muy preciso y está en contra de los casamientos civiles calificándolos de inmorales. Claramente lo dijo el entonces cardenal Joseph Ratzinger, hoy Benedicto XVI en el documento que publicó siendo prefecto de la Congregación Para la Doctrina de la Fe, que dice sobre los matrimonios civiles entre homosexuales, que el católico debe:
Desenmascarar el uso instrumental o ideológico que se puede hacer de esa tolerancia; afirmar claramente el carácter inmoral de este tipo de uniones; recordar al Estado la necesidad de contener el fenómeno dentro de límites que no pongan en peligro el tejido de la moralidad pública y, sobre todo, que no expongan a las nuevas generaciones a una concepción errónea de la sexualidad y del matrimonio, que las dejaría indefensas y contribuiría, además, a la difusión del fenómeno mismo. A quienes, a partir de esta tolerancia, quieren proceder a la legitimación de derechos específicos para las personas homosexuales conviventes, es necesario recordar que la tolerancia del mal es muy diferente a su aprobación o legalización.
Ante el reconocimiento legal de las uniones homosexuales, o la equiparación legal de éstas al matrimonio con acceso a los derechos propios del mismo, es necesario oponerse en forma clara e incisiva. Hay que abstenerse de cualquier tipo de cooperación formal a la promulgación o aplicación de leyes tan gravemente injustas, y asimismo, en cuanto sea posible, de la cooperación material en el plano aplicativo. En esta materia cada cual puede reivindicar el derecho a la objeción de conciencia.
* Villarán promueve el aborto, crimen grave contra el cual la Iglesia Católica realiza una lucha en todo el mundo.
* Promueve el consumo de drogas al proclamar que fumó drogas. Pero como las víboras, dijo brevemente que no recomienda fumarlas, no obstante, inmediatamente después dijo que Bill Clinton fumó drogas, soltando así a la juventud el mensaje de que puedes llegar a ser importante si fumas drogas. Claro está, sabemos que los EE. UU. es sólido yno depende de lo que haga un presidente y ese país si quiere puede darse el lujo de elegir a un payaso, por eso los escándalos de Clinton afectaron algo la democracia y la moral, pero no su economía ni su estabilidad como país. .
* No contenta con promover el consumo de drogas, Villarán se pronunció a favor de la venta libre de la droga. ¿Qué autoridad moral tiene para hablar de esa materia una persona que consumió drogas y que no sabemos si las sigue consumiendo? Esta persona es peligrosa porque con estos antecedentes busca rodearse de jóvenes.
El cándido Hildedbrandt prosiguió diciendo de Villarán, sobre su presunta justicia social: “… que la llevó a vivir al Rímac”. Para Hildebrandt vivir en el Rímac transforma a la gente; en todos los distritos de Lima puede haber gente bondadosa. En todos los distritos también puede haber gente perversa. Ir a vivir a un barrio pobre no pasa de ser un signo exterior, que puede ser un calculado maquillaje político, que en este caso acompaña a una inmoral que cobró los suculentos sueldos de ministra de miles de dólares de Paniagua sin criticar la escandalosa diferencia con los de los maestros. Es Alan García el que redujo estos sueldos astronómicos.
Hildebrandt también la alaba por fundar el vaso de leche. Esa no es la primera ni la única forma de asistencia social en Lima ni en el Perú. Ahora ha devenido en una degeneración, pues familias que no necesitan lo consumen, mientras que los verdaderamente necesitados no lo reciben. Pero Villarán, por cálculo político, no osa erradicar ese sistema por uno superior. Allí ve votos, no justicia.
Cabe señalar que los recurrentes faenones, que quitan el dinero de los más pobres para enriquecer a corruptos, no han merecido ninguna condena visible de Villarán, que con su silencio se convierte en cómplice. Además, nos deja ver que no es más que una oportunista de la política al salir solamente en época electoral y con oscuros antecedentes
Susana Villarán: Su antecedente radical
Susana Villarán de la Puente habría quedado con un “profundo resentimiento” contra los peruanos de uniforme a raíz de la muerte de su cuñado, Jimmy Wensjoe Mantilla, a manos de un destacamento policial en la ciudad de Huamanga, Ayacucho, el 3 de marzo de 1982.
Esto es lo que sostiene Guillermo Quevedo Tamayo, dirigente y analista político del PPC, quien a través de un artículo de opinión distribuido por internet, señala que tanto Wensjoe como Rosa Villarán de la Puente ―hermana de la candidata― “eran dirigentes de Sendero Luminoso”.
Venganza
Quevedo agrega que “desde esa fecha (la del asesinato), Rosa y su hermana Susana juraron vengarse de los responsables de la muerte de Wensjoe. La justicia militar condenó a 12 policías por el homicidio y sentenció a penas desde 25 años.
Sin embargo, las Villarán no quedaron satisfechas. Ellas especulan que hubo una conspiración de coroneles de la policía que ordenaron la ejecución de Wensjoe y no descansarán hasta castigar a esos oficiales”.
En representaciones de grupo radical
El autor del artículo también narra que Susana Villarán viajó el año 1971 a Santiago de Chile por encargo de Vanguardia Revolucionaria (movimiento de izquierda radical) para estrechar lazos con el MIR de ese país “y crear una retaguardia en la eventualidad que se iniciara la guerrilla en el Perú”. Su proyecto se frustró con el golpe de Augusto Pinochet a Salvador Allende y retornó a Lima en un avión dispuesto por el dictador Juan Velasco Alvarado.
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