Lima - El mecanismo de revocatoria puede convertirse en una forma de canalizar el descontento de la población de Lima si, a mediano plazo, no mejora la gestión de la alcaldesa capitalina, Susana Villarán.
Así lo aseguró el regidor metropolitano Fernán Altuve, quien sostuvo que existe la sensación de desengaño y equívoco en quienes votaron por Villarán. "Muchos dicen, nos hemos equivocado", indicó a Buenos días, Perú.
El también jurista explicó que, en ese sentido, la revocatoria puede convertirse en una institución de desfogue, de transmisión de malestar de los habitantes de Lima defraudados.
Altuve comentó además las declaraciones del teniente alcalde de Lima, Eduardo Zegarra, en sentido de que se verán obras en un año o más, lo cual -dijo- perjudica la gestión de la alcaldesa.
El exvocero de Keiko Fujimori expresó que Villarán es una política profesional de cuya honestidad no tiene duda, pero que "probablemente" no es una buena gestora, por lo cual debió de rodearse de un equipo técnico de gerentes muy activos y no necesariamente con sociólogos y académicos que no se caracterizan por su dinamismo.
Cabe indicar que para revocar a un alcalde de Lima se necesitan reunir 400 mil firmas válidas que lleven a un referéndum en el que se necesita la mitad más uno de los votos.
ES DEMOCRÁTICO. Sobre el mismo tema, Marco Parra, exteniente alcalde metropolitano y exsecretario general de Solidaridad Nacional, señaló que el sistema de revocatoria "no es una medida antidemocrática", pues la Constitución Política lo garantiza como un procedimiento legítimo.
Aclaró que la idea de revocar a Villarán no partió de Luis Castañeda, líder de SN, sino de las redes sociales hace unas semanas.
Dijo también que la iniciativa de la congresista Fabiola Morales en ese sentido es "una posición personal". dato• Marco Parra se mostró en contra de que el tema de la revocatoria de Villarán sea parte de la agenda de Solidaridad Nacional.
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