LIMA.- La alcaldesa de Lima, Susana Villarán, percibe que su gestión llega a su fin y para victimizarse argumenta que los pobres son los que pierden,los que realmente pierde en su agenda gay desde el municipio.
Una vez más se pronuncio sobre el pedido de revocatoria en su contra-aunque dijo que será por última vez-, sobre el proceso de revocación iniciado contra ella y todos sus regidores. Como se recuerda, hasta ayer se compraron 7 kits electorales para concretar la iniciativa.
El problema del pedido, según consideró, no es que pierda solo ella, sino que al estorbar así la gestión y generar inestabilidad, pierden la ciudad y sobre todo los más pobres.
“Un proceso de revocación significa un año de inestabilidad hasta que haya una nueva elección. Para tener un nuevo alcalde, año y medio. Eso es. No voy a decir nada más sobre el proceso de revocación”, manifestó.
Sin embargo, ratificó que se trata de un derecho ciudadano legal. “Perderé yo, pero mucho más pierde Lima. Y pierden los pobres que esperan que Lima sea también para ellos”, insistió.
En ese sentido, señaló que de ser revocada se perdería la continuidad de la reforma del transporte, de obras como Vía Parque Rímac y otras.
La autoridad edil dio estas declaraciones en conferencia de prensa luego de presentar un balance sobre el primer año de su gestión. Vale apuntar además, que hace unos días, Villarán de la Puente difundió un documento al respecto
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