REINO UNIDO.- La profesora cristiana en el Reino Unido, Glawdys Leger, perdió su apelación en el Tribunal Supremo tras ser despedida por considerar el identificarse como LGBT como un pecado.
La jueza Beverly Lang sostuvo que los comentarios de Leger durante una clase sobre derechos humanos fueron inapropiados y no profesionales. Esto ocurrió a pesar de que Leger argumentó que sus palabras requerían contexto.
La maestra Leger impartía clases en la escuela Bishop Justus Church of England de Bromley y fue despedida en mayo de 2022 después de que una estudiante grabara sus comentarios durante una presentación sobre temas LGBT. Se le acusó de decir que identificarse como LGBT no es aceptable según sus creencias cristianas. La madre de la estudiante consideró estos comentarios “muy angustiosos”.
La controversia comenzó cuando Leger explicó a sus alumnos de séptimo curso por qué creía que la ideología LGBT contradecía sus creencias religiosas. Afirmó que Dios debería priorizarse antes que temas LGBT y que las personas trans están “confundidas”. Estos comentarios fueron considerados “inapropiados” por las autoridades escolares, lo que llevó a su suspensión y posterior despido.
La sentencia del Tribunal Supremo reforzó la decisión del panel de conducta profesional de que las acciones de Leger no eran aceptables. Se concluyó que las medidas tomadas contra ella fueron proporcionadas y justificadas.
Ella argumentó que se vulneraba su privacidad al hacer públicos sus comentarios, pero el tribunal no se pronunció a favor de estas preocupaciones.
Aunque Leger no fue prohibida de enseñar definitivamente, su reputación profesional ha sido afectada. El Centro Legal Cristiano, que la representó, aseguró que Leger buscaba promover la tolerancia y la esperanza cristiana, pero fue castigada por expresar sus creencias.
Según Andrea Williams, directora del CLC, Leger se preocupaba por los niños a su cargo.
“Leger se preocupaba profundamente por los niños bajo su cuidado y quería enseñarles sobre la tolerancia y la esperanza que se encuentran en la fe cristiana. Por eso ha sido castigada e incluso ha corrido el riesgo de perder su licencia para enseñar”, expresó Williams.
En un contexto donde los planes de estudios cada vez más abordan cuestiones de identidad de género con gran imposición sin importar lo que desean los padres, el caso pone de relieve los desafíos que enfrentan los educadores al defender su fe en todo lugar y sin importar las consecuencias de decir la verdad.
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