ESTADOS UNIDOS.- En un cambio radical para el mundo de la natación competitiva, Lia Thomas, la nadadora transgénero que acaparó titulares en 2022 al ganar un campeonato femenino de la División I de la NCAA, ha sido vetada de competir en la categoría femenina en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. La decisión, anunciada por el Comité Olímpico Internacional (COI) en colaboración con World Aquatics, exige que Thomas compita en la categoría masculina debido a la actualización de los criterios de elegibilidad para atletas transgénero. Esta decisión ha generado un intenso debate, con reacciones de los atletas masculinos que añaden un giro sorprendente a una controversia ya de por sí polarizada, dejando a Thomas y a sus seguidores conmocionados.
La decisión del COI se deriva de las directrices revisadas introducidas en 2025, que exigen que las mujeres transgénero demuestren niveles sostenidos de testosterona por debajo de un umbral específico durante al menos cuatro años antes de la competición, junto con otros criterios fisiológicos. World Aquatics, el organismo rector de la natación internacional, endureció aún más sus políticas tras una revisión en 2023, alegando preocupaciones sobre la equidad y el equilibrio competitivo. Thomas, quien realizó la transición en 2019 y compitió con éxito en las pruebas femeninas, no cumple estos estrictos requisitos, lo que la expulsó de la categoría femenina. Este incumplimiento se alinea con tendencias más amplias en la gobernanza deportiva, ya que organizaciones como el atletismo mundial y el ciclismo mundial también han implementado restricciones similares.
Thomas, ahora de 26 años, expresó su profunda decepción en una declaración a ESPN, calificando la decisión como "un retroceso en la inclusión". Argumentó que la política ignora las experiencias vividas por los atletas transgénero y socava su derecho a competir con autenticidad. "He entrenado incansablemente para llegar a donde estoy, y esto se siente como un castigo por quien soy", dijo Thomas. Según informes, su equipo legal está explorando opciones para impugnar el fallo, posiblemente a través del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), aunque el marco del COI se ha mantenido en casos similares. La decisión ha reavivado el debate sobre la intersección de la identidad de género, la ciencia y la equidad en el deporte, con opiniones muy divididas.
Sin embargo, lo que más ha sorprendido a Thomas y a sus seguidores son las diversas reacciones de los atletas masculinos, a muchos de los cuales ahora puede enfrentarse en competición. Varios nadadores destacados, como los medallistas olímpicos Caeleb Dressel y Ryan Murphy, han apoyado públicamente la decisión del COI, enfatizando la necesidad de establecer límites claros en la competición de élite. Dressel, siete veces medallista de oro olímpico, declaró en rueda de prensa: «Las reglas existen para garantizar la equidad. No es algo personal; se trata de la integridad del deporte». Murphy se hizo eco de esta opinión, señalando que las diferencias fisiológicas, incluso después de la transición, pueden afectar el rendimiento en la natación de alto nivel. Estos comentarios, aunque moderados, han sido percibidos por algunos como un menosprecio de la identidad y los logros de Thomas.
Por el contrario, otros atletas masculinos han expresado su solidaridad con Thomas, destacando la complejidad del asunto. Hunter Armstrong, especialista en espalda de Estados Unidos, contactó a X para compartir su perspectiva: "Lia es una competidora y respeto su rutina. Toda esta situación es un desastre y no creo que nadie esté contento con cómo la está gestionando". Su publicación, que recibió miles de "me gusta", refleja la creciente sensación entre algunos atletas de que la categorización binaria de los deportes no tiene en cuenta los matices de la participación transgénero. Las discusiones en tendencia sobre X revelan una división entre los aficionados, con elogios para el COI por priorizar la equidad y otros que condenan la decisión como discriminatoria.
Este fracaso tiene implicaciones más amplias para los Juegos Olímpicos de 2028, donde la presencia de Thomas en la categoría masculina podría transformar la dinámica del evento. Su mejor marca personal en los 500 metros libres (4:33.24) de su época en la NCAA sigue siendo competitiva, pero la transición a las pruebas masculinas, donde los tiempos son significativamente más rápidos, plantea un desafío formidable. Para contextualizar, la final olímpica de 400 m libre de 2024 registró un tiempo inferior a 3:41, lo que pone de manifiesto la dura competencia a la que se enfrentaría Thomas. Los analistas sugieren que podría necesitar ajustar su entrenamiento para adaptarse, una posibilidad que Thomas no ha abordado públicamente.
A medida que se acercan los Juegos Olímpicos de 2028, la controversia en torno a Thomas pone de relieve la lucha constante por equilibrar la inclusión con la equidad competitiva. Si bien las reacciones de algunos atletas masculinos han sorprendido a Thomas por su franqueza, otros han abierto un diálogo para encontrar una solución más equitativa. El mundo de la natación está ahora atento, no solo a los próximos pasos de Thomas, sino también a cómo los organismos rectores abordan este tema divisivo en una era de normas sociales en constante evolución.
0 comments: