LIMA.-. Ayer por la tarde, recibí la llamada de una fuente de la Municipalidad de Lima, y en un inicio, no pude creer lo que me contaba: El revocado teniente alcalde Eduardo Zegarra Méndez había sido designado miembro del directorio de la Empresa Municipal de Mercados S. A. (Emmsa). Qué manera de dispararse a los pies la de la alcaldesa Susana Villarán, pensé.
Pero Zegarra no es el único regidor revocado que retorna a la gestión municipal. Y, según la lectura de la fuente que tenía al teléfono, la reincorporación de estos cuadros políticos en la gestión edil tienen el objetivo de apuntalarla con miras a la campaña reeleccionista de Villarán.
El problema es que estos objetivos electorales colicionan con los compromisos políticos que Villarán y Zegarra asumieron el año pasado.
CUANDO LA REVOCATORIA ERA UNA AMENAZA
Poco después de la consulta revocatoria del 17 de marzo, la alcaldesa de Lima (quien, a diferencia de Zegarra, pudo mantenerse en el cargo) quiso nombrar a su revocado teniente alcalde como secretario técnico del Acuerdo por Lima, una plataforma política multipartidaria creada por el Municipio para expresar el respaldo a la gestión de Villarán.
“La coordinación va a ser asumida ad honórem por Eduardo Zegarra, como secretaría técnica de este acuerdo de ancha base, para ver cómo se van cumpliendo las metas”, dijo Villarán en una entrevista a Ideeleradio el martes 9 de abril.
Era entendible. Zegarra es su mano derecha y uno de sus colaboradores políticos más importantes. Pero la reacción a ese nombramiento fue tan adversa, que Villarán dio marcha atrás.
En una entrevista concedida por esos días a la periodista Rosa María Palacios, aseguró sonriente que "no todo en política significa cargos públicos" y que "los regidores, si es que lo dice así en su acta el Jurado (Nacional de Elecciones), se irán".
Zegarra también dio marcha atrás y muy seguro de sus convicciones, el 17 de abril, aseguró que no asumiría ningún cargo, remunerado o no, en la Municipalidad de Lima.
CON MIRAS A LA REELECCIÓN
Pero ayer el revocado teniente alcalde de Lima minimizó este compromiso. Y "a los que quieren destruir nuestra gestión por razones ideológicas o intereses ocultos" les dijo, a través de su blog: "No me impresiona su pataleta por este tema menor".
Y también, a través de su cuenta de Twitter, dijo que había "meditado" el asunto y concluyó que valía la pena "dar lo mejor por Lima". Además, intentó relativizar esta incongruencia mencionando los aspectos económicos de su nuevo cargo:
Y hoy, la alcaldesa Villarán, la misma que negó que los regidores revocados fueran a asumir cargos de confianza en su gestión, la misma que dijo que no todo en la política significa cargos públicos, aseguró que Zegarra aceptó ser director de la empresa municipal de mercados porque ella se lo exigió.
"( Zegarra) es un experto en temas nacionales e internacionales. Lamentablemente fue revocado como regidor pero eso no le ha quitado sus conocimientos y trayectoria profesional, que puede aplicar como yo se lo he pedido”, declaró Villarán.
"Si en algún momento él dijo que no iba a regresar, yo le he exigido que regrese. Le he exigido que regrese porque necesitamos contar con las mejores personas para sacar adelante los mejores proyectos”, dijo.
El mejor colofón de esta historia, creo, lo tiene el ex procurador Ronald Gamarra, a quien nadie podrá acusar de tener animadversión contra Villarán y Zegarra
EL COMERCIO
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