ESTADOS UNIDOS.- La Administración Trump anunció que reducirá sus aportes a la Organización de Estados Americanos en campañas por el aborto.
Así se puede interpretar el anunció realizado por el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, en con el que reveló que el Ejecutivo plantea ampliar sus políticas antiaborto.
"A la luz de la evidencia de la defensa relacionada con el aborto realizada por un órgano de la OEA, Estados Unidos reducirá sus contribuciones. (...) La OEA debería centrarse en las crisis en Cuba, Nicaragua y Venezuela, no en el aborto", dijo el funcionario estadounidense en su cuenta de Twitter.
Pompeo no precisó a qué entidad del organismo se refería ni especificó cuál será el monto que reducirán en las aportaciones a la organización: "Nos negaremos a brindar asistencia a las ONG extranjeras que brindan apoyo financiero a otros grupos extranjeros en la industria mundial del aborto", sentenció.
"El dinero de los contribuyentes estadounidenses no se utilizará para financiar abortos"
Con la medida, el Gobierno estadounidense reactiva la llamada 'Mexico City Policy', anunciada durante la administración de Ronald Reagan en una conferencia de las Naciones Unidas que se celebró en la capital del país centroamericano en 1984.
Esta política determina que los fondos federales de ayuda internacional no pueden ser asignados a ONG extranjeras que practican el aborto o militan a favor o en contra de su legalización. Esta ha sido establecida por diversos gobiernos republicanos y derogada por administraciones demócratas en diversas ocasiones.
Pompeo informó que ampliará su política contra el aborto. En mayo de 2017, el Departamento de Estado anunció el programa "Protección de la Vida en la Asistencia de Salud Global", dotado de 8.800 millones de dólares destinados a financiar organizaciones no gubernamentales de todo el mundo que cumplan con la llamada regla de "mordaza global", aquella que prohíbe fomentar el acceso al aborto.
Las reacciones al anuncio de Pompeo no se hicieron esperar. Grupos antiaborto la aplaudieron: "respetar la dignidad inherente de la persona no nacida va de la mano con la ayuda extranjera y el trabajo humanitario de nuestro país", dijo la presidenta del movimiento March for Life, Jeanne Mancini.
Aunque los defensores a abortar también dijeron la suya. La presidenta de la Cámara de Representantes de EE. UU., Nancy Pelosi, rechazó la decisión del Ejecutivo: "No hay fin a las profundidades de la crueldad de la Administración Trump. Millones de mujeres serán dejadas arbitrariamente sin atención debido a esta vergonzosa decisión", sentenció la líder demócrata en su cuenta de Twitter.
Desde la llegada de Donald Trump al poder, el movimiento antiaborto ha tomado fuerza en Estados Unidos. Este lineamiento ha sido reiterado por el mandatario en diversas ocasiones. Una de ellas, durante su discurso del Estado de la Unión, cuando el mandatario pidió al Congreso que aprobara una ley para prohibir el aborto tardío de bebés que pueden sentir dolor en el vientre de la madre.
Activistas al aborto consideran que el nombramiento de dos jueces conservadores en el Supremo en los últimos dos años aumenta las posibilidades de que la legislación del aborto en EE. UU., aprobada en 1973, sea revisada y endurecida.
Así se puede interpretar el anunció realizado por el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, en con el que reveló que el Ejecutivo plantea ampliar sus políticas antiaborto.
"A la luz de la evidencia de la defensa relacionada con el aborto realizada por un órgano de la OEA, Estados Unidos reducirá sus contribuciones. (...) La OEA debería centrarse en las crisis en Cuba, Nicaragua y Venezuela, no en el aborto", dijo el funcionario estadounidense en su cuenta de Twitter.
Pompeo no precisó a qué entidad del organismo se refería ni especificó cuál será el monto que reducirán en las aportaciones a la organización: "Nos negaremos a brindar asistencia a las ONG extranjeras que brindan apoyo financiero a otros grupos extranjeros en la industria mundial del aborto", sentenció.
"El dinero de los contribuyentes estadounidenses no se utilizará para financiar abortos"
Con la medida, el Gobierno estadounidense reactiva la llamada 'Mexico City Policy', anunciada durante la administración de Ronald Reagan en una conferencia de las Naciones Unidas que se celebró en la capital del país centroamericano en 1984.
Esta política determina que los fondos federales de ayuda internacional no pueden ser asignados a ONG extranjeras que practican el aborto o militan a favor o en contra de su legalización. Esta ha sido establecida por diversos gobiernos republicanos y derogada por administraciones demócratas en diversas ocasiones.
Pompeo informó que ampliará su política contra el aborto. En mayo de 2017, el Departamento de Estado anunció el programa "Protección de la Vida en la Asistencia de Salud Global", dotado de 8.800 millones de dólares destinados a financiar organizaciones no gubernamentales de todo el mundo que cumplan con la llamada regla de "mordaza global", aquella que prohíbe fomentar el acceso al aborto.
Las reacciones al anuncio de Pompeo no se hicieron esperar. Grupos antiaborto la aplaudieron: "respetar la dignidad inherente de la persona no nacida va de la mano con la ayuda extranjera y el trabajo humanitario de nuestro país", dijo la presidenta del movimiento March for Life, Jeanne Mancini.
Aunque los defensores a abortar también dijeron la suya. La presidenta de la Cámara de Representantes de EE. UU., Nancy Pelosi, rechazó la decisión del Ejecutivo: "No hay fin a las profundidades de la crueldad de la Administración Trump. Millones de mujeres serán dejadas arbitrariamente sin atención debido a esta vergonzosa decisión", sentenció la líder demócrata en su cuenta de Twitter.
Desde la llegada de Donald Trump al poder, el movimiento antiaborto ha tomado fuerza en Estados Unidos. Este lineamiento ha sido reiterado por el mandatario en diversas ocasiones. Una de ellas, durante su discurso del Estado de la Unión, cuando el mandatario pidió al Congreso que aprobara una ley para prohibir el aborto tardío de bebés que pueden sentir dolor en el vientre de la madre.
Activistas al aborto consideran que el nombramiento de dos jueces conservadores en el Supremo en los últimos dos años aumenta las posibilidades de que la legislación del aborto en EE. UU., aprobada en 1973, sea revisada y endurecida.
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