
LIMA - Raúl Castro Stagnaro ha sido elegido presidente del PPC tras un movido y pugnaz proceso electoral, como suele ocurrir en todo partido político maduro y cuajado. Hay, sin embargo, antecedentes que son necesarios esclarecer:
(a) El PPC es resultado de una profunda fractura ideológica y política dentro de la Democracia Cristiana peruana; fractura que constituye la partida de nacimiento del PPC. Lideró esa fractura Luis Bedoya Reyes, seguramente el líder político peruano más caracterizado de las últimas décadas y quien -para beneficio del país- debió ocupar la Presidencia de la República. Otra hubiera sido la suerte del Perú si Bedoya hubiera logrado ese propósito como alguna vez me confió el peruanista francés François Bourricaud.
(b) Tras esa fractura, el PPC asumió el modelo ideológico y político de la Unión Cristiano Demócrata Alemana (CDU) liderada en los años cincuenta por Konrad Adenauer y posteriormente por Ludwig Erhard. La aplicación de ese modelo transformó a Alemania pasándola en menos de una década de país derrotado, dividido y en ruinas a una de las primeras potencias del mundo. The Times de Londres bautizó esa hazaña como el "Milagro Alemán".
En el Perú hubo quienes se interesaron por ese milagro y la posibilidad de aplicarlo a nuestra realidad. PPC lo entrevió cayendo en la trampa de presentar las leyes del mercado como la encarnación del mal y el ucase de la izquierda como la redención de la pobreza. Esa falacia ha empezado a descubrirse en la reciente crisis europea. La izquierda ha cedido al extremo de llamar a la "derecha" para solucionar el grave perjuicio sufrido.
A la Democracia Cristiana peruana -al revés que el PPC- no le atrajo el modelo de la CDU. Persistió en los dogmas de tipo social y en una defectuosa interpretación de la doctrina social de la Iglesia, se valió del facilismo de aprovechar el mercado para atacar al mercado. No se percató siquiera que el marxista SPD alemán, aleccionado por las derrotas electorales de 1953 y 1957, había decidido cambiar de ideología y archivar su marxismo.
Para esa finalidad convocó en noviembre de 1959 a un Congreso partidario en Bad Godesberg, un distrito pituco de Bonn. Y fue en ese escenario que los social demócratas alemanes mandaron al tacho el concepto de clase y de lucha de clases, descubrieron los beneficios de la propiedad privada y de la inversión extranjera, la maldad de la inflación o la ineficiencia del control de precios. Fue necesario el colapso de la URSS en 1980 para que apreciaran las ventajas del libre comercio internacional. El Bad Godesberg fue asimilado en España por Felipe González y, en general, por la Internacional Socialista; y luego a Zapatero.
Finalmente, como era de esperar, el despilfarro natural de la izquierda ha obligado a lo que llaman "derecha" a solucionar el inmenso daño que han causado a España. Que lo nuevos dirigentes del PPC no teman que los llamen como los llamen. Hagan lo que es necesario hacer.
JAQUE MATE A LA DOCTRINA JUDAIZANTE DE LA IGLESIA. La importancia capital de la crítica a la cristología de san Pablo, radica en que nos aporta los elementos de juicio necesarios para darnos cuenta el fatal error que cometió Pablo en sus epístolas al mutilar la naturaleza humana de Cristo; cegando a la humanidad de la posibilidad de alcanzar la trascendencia humana y la sociedad perfecta practicando el altruismo, el misticismo y el activismo social intensos; y de la urgente necesidad de corregir la doctrina de la Iglesia formulando un nuevo cristianismo que no omita sino que acentué la trascendencia humana de Cristo que es su cualidad espiritual más importante, a fin de que el cristianismo afronte con éxito los retos y amenazas de Islam, el judaísmo, las corrientes de la nueva Era y la modernidad. http://es.scribd.com/doc/73578720/CRITICA-A-LA-CRISTOLOGIA-DE-SAN-PABLO
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