


Ante nuestro llamado, se sumaron el esfuerzo de diferentes colectivos sociales, bases distritales, y tuve el privilegio de coordinar personalmente con pastores y lideres e iglesias evangélicas de distintas denominaciones evangélicas mayoría de ellas de tendencia pentecostal.
Nuestro verdadera motivación para participar activamente en el proceso de revocación no fue por motivo político, la cuestión de fondo fue por iniciativas de la Municipalidad Metropolitana de Lima que agreden frontalmente los principios y la moral de la ciudad, distorsionando el concepto de familia y golpeando con imposición de su ideología gay a la ciudad.
Para nadie es secreto que la Sra. Susana Villarán es confesa adherente y promotora de la ideología de la diversidad sexual entre otros, al menos en estos cinco puntos:
- “Libertad” sexual total: Todos deben aceptar ésta y tratar por igual todas las conductas sexuales, sean normales o desviadas;
- “Matrimonio” homosexual con adopción de niños, visto como un “derecho humano”;
- Legalización del aborto libre en todas sus formas;
- “Ideología de género” (aunque se declara “católica practicante” y no lo es);
- Legalización de la venta de drogas.
Si bien ella no tiene la facultad de imponer estos objetivos, lo que sí puede hacer es abusar de su función para manipular las ideas y tendencias de los ciudadanos, especialmente de los niños y jóvenes, a fin de inducirlos a adoptar conductas hedonistas y amorales, y así moldear una nueva generación conforme a su ideología.
Nuestra organización cumplió su misión, salió la revocatoria y ahora los limeños tomaran la decisión de revocar a Villarán marquemos un precedente para que ninguna autoridad se atreva de abusar de su función para promover normas que atentan contra nuestra constitución como lo que intentan imponer su agenda gay en el país.
Por: Lic. Carlos Linares C.
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