EE.UU.- Como recordaran el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comunicó el pasado viernes que el país norteamericano pondrá fin a su relación con la Organización Mundial de la Salud (OMS), a la que señala de no haber desempeñado un buen manejo de la pandemia del coronavirus en el mundo. Pero todo ello es producto de una serie de advertencias que lanzó el mandatario norteamericano en varias ocasiones a la OMS.

Un ejemplo de ello fue el pasado lunes 18 de mayo, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, publicó una demoledora carta remitida al director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom, en la cual remarcó las decisiones y posiciones tomadas por la OMS frente a la pandemia de COVID-19, su responsabilidad y la del Partido Comunista Chino.

La carta, compuesta de cuatro páginas, comienza recordando que el pasado 14 de abril, los Estados Unidos suspendieron sus contribuciones a la OMS debido a una investigación, ordenada por Trump, sobre su fallida respuesta a la propagación del coronavirus. También, expresa su preocupación frente a la complicidad con el régimen totalitario chino que ha demostrado el organismo.

El texto luego se remonta a diciembre de 2019, cuando la OMS ignoró reportes creíbles de la expansión de un nuevo virus en la ciudad de Wuhan. Trump le hace notar a Tedros que la OMS falló en investigar independientemente los mencionados reportes, publicados hasta por algunos medios chinos, obviamente opositores a la tiranía comunista. Para el 30 de diciembre del 2019, la oficina de la OMS en China sabía que había una "preocupación de salud pública" en la ciudad de Wuhan, y entre el 26 y el 30 de diciembre, medios opositores resaltaron evidencias del nuevo virus, incluyendo muestras genéticas de pacientes.

La carta de Trump continúa haciendo referencia al conflicto que la OMS posee con Taiwán, señalando que las autoridades taiwanesas habían comunicado información sobre la enfermedad a la OMS de forma temprana, que la misma decidió ignorar por motivos políticos. Cabe recordar que el pasado 27 de marzo, en una entrevista con el medio de Hong Kong RTHK, el alto funcionario de la OMS y epidemiólogo canadiense, Bruce Aylward, evitó de forma absurda una pregunta sobre si Taiwan sería reconocido por la OMS, manteniendo un incómodo silencio de 10 segundos, y alegando que no había escuchado la pregunta, pero igualmente intentando pasar a otro tema. Cuando la reportera insistió, Ayward cortó la llamada. Finalmente, RTHK reestableció la conexión, e intentó haciendo otra pregunta sobre Taiwan, la cual Aylward respondió diciendo "ya hablamos de China", e inmediatamente finalizando la entrevista.

Luego, la carta de Trump menciona las regulaciones internacionales en salud, que requieren que los países reporten el riesgo de una emergencia de salud en un plazo de 24 horas.

China no avisó a la Organización Mundial de la Salud de varios casos confirmados de "neumonía de origen desconocido" en Wuhan durante todo diciembre, que admitió recién en enero, con el virus ya totalmente fuera de control.

El presidente de EE.UU. señala el intento de ocultar el virus desde el interior de China, remarcando que según el doctor Zhang Yongzhen, perteneciente a una clínica de salud pública de Shanghai, el genoma del virus ya había sido secuenciado por él, pero esta información no fue publicada hasta una semana más tarde, cuando el Doctor Zhang la publicó él mismo. Al día siguiente, el gobierno chino cerró su laboratorio como "rectificación", ante el silencio cómplice del etíope Tedros y la organización que dirige.

Posteriormente, el texto se refiere a la información incorrecta y engañosa que la OMS ha difundido sobre la pandemia, comenzando el 14 de enero cuando afirmó que el virus chino no podía ser transmitido de humano a humano, basándose en investigaciones de autoridades sanitarias chinas, que claramente eran falsas.

Los reportes sancionados por la OMS contradecían los que estaban siendo censurados en Wuhan por contar la verdad. Una semana después, el 21 de enero, el presidente chino Xi Jinping presionó a miembros de la OMS para que el coronavirus no fuera declarado emergencia sanitaria, según descubrió la agencia de inteligencia alemana. Trump señala que la OMS cedió ante estas presiones, y al día siguiente evitó declarar la enfermedad como una preocupación de carácter internacional, solo para que, una semana más tarde, la enorme evidencia en contra los obligara a retractarse.

El texto hace referencia al favoritismo mostrado por la OMS frente a las fuertes restricciones domesticas para viajes establecidas por el gobierno chino, en contraste a su postura firmemente contraria al cierre de las fronteras de los Estados Unidos para con los vuelos provenientes de China. El presidente Trump reafirma que hizo efectiva la restricción de los viajes a pesar de los deseos del etíope, señalando que los "juegos políticos" de Tedros al respecto fueron "letales," ya que las autoridades chinas habían permitido que más de 5 millones de personas abandonaran Wuhan en ese tiempo, muchas de ellas en vuelos internacionales.

Trump también se refirió a un comunicado de múltiples embajadores africanos dirigido al ministro de Relaciones Exteriores chino, preocupados por el trato discriminatorio recibido por ciudadanos africanos en el territorio chino durante la pandemia, luego de que una noticia falsa en China le haga creer a una gran parte de la población que la población africana eran "super-contagiadores" del virus. Esta noticia habría sido promulgada por el gobierno comunista tratando de distraer a la población.

El director general de la OMS jamás emitió opinión al respecto, a pesar de su nacionalidad etíope, pero sí tildó inexplicablemente de racista al gobierno de Taiwan por su bien fundamentada queja sobre su mal manejo frente a pandemia.

La carta finaliza con el presidente Trump declarándose decepcionado con la OMS, señalando que esta situación se podría haber manejado mucho mejor. Como ejemplo, Trump menciona la situación de 2003 con el brote del SARS, un coronavirus de características similares que la cepa actual, también originado en China, que bajo la administración de la ex-directora general de la OMS, la noruega Gro Harlem Brundtland, indicándole a Tedros que "muchas vidas podrían haberse salvado" si el etíope hubiera seguido el ejemplo de la doctora.

Por último, el presidente Trump señala que es claro para él que los distintos pasos en falso tomados por Tedros y por la OMS en respuesta a la pandemia han sido muy costosos para el mundo, y que la única manera de mejorar esta situación es que la OMS "se muestre independiente de China." Trump afirma que su gobierno ya ha iniciado discusiones con la OMS sobre cómo encarar esta reforma, pero es necesaria acción urgente. 

En otras palabras, Trump le dio un ultimátum a la OMS para que Tedros presente evidencia que pruebe que no está cooptado por el gobierno comunista chino. El cual se consumio el pasado viernes cuando los Estados Unidos comunicó su salida de la Organizacion Mundial de la Salud (OMS).
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